Caja Madrid espera firmar el próximo 10 de julio su alianza junto a Bancaja, la Insular de Canarias, Caixa Laietana y las cajas de Ávila, Segovia y La Rioja, con la que creará la primera caja de ahorros española, bajo la fórmula de un Sistema Institucional de Protección (SIP).

Según informaron a Efe fuentes próximas a los órganos de gobierno de Caja Madrid, la intención de las entidades es firmar en la primera quincena del próximo mes el contrato con el que crean dicho SIP.

Mientras tanto, los consejos de administración de las siete entidades aprobaron hoy el protocolo de integración y el plan de viabilidad del SIP, que enviarán al Banco de España a lo largo del día para su aprobación.

En un comunicado, Caja Madrid confirma que para hacer frente a esta alianza, el nuevo grupo pedirá al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) 4.465 millones de euros, de los que unos 2.325 millones corresponderán a la entidad madrileña según fuentes del sector.

Las siete cajas inmersas en el proceso suman unos activos próximos a los 340.000 millones de euros, lo que consolida el nuevo SIP como la primera caja de ahorros, por delante de La Caixa.

Además, la unión crea la primera entidad en banca comercial y de empresas en el mercado nacional por volumen de negocio, por delante del Banco Santander y el BBVA.

Con la valoración inicial, el peso de Caja Madrid en el nuevo grupo financiero será del 52,06%, seguido de Bancaja, con el 37,70%. Mientras que el resto quedará repartido entre Insular de Canarias (2,45%), Caja Ávila (2,33%), Caixa Laietana (2,11%), Caja Segovia (2,01%) y La Rioja (1,34%).

En cuanto al consejo de administración de la nueva entidad, estará formado por 21 miembros, mientras que la Comisión Ejecutiva la integrarán 11 representantes.

En la entidad financiera resultante, el presidente ejecutivo será previsiblemente el máximo responsable de Caja Madrid, Rodrigo Rato, mientras que se espera que el de Bancaja, José Luis Olivas, ocupe la vicepresidencia ejecutiva del nuevo grupo.

La dirección de las sociedades participadas y la sede social de la sociedad central, que los sindicatos advierten que puede ser un banco, y la dirección de las sociedades participadas estarán en Valencia, mientras que la base operativa estará en Madrid.

A juicio de Caja Madrid, la unión de las siete cajas aumentará el liderazgo de cada entidad en sus respectivas circunscripciones.

Además, al haber optado por unirse bajo un SIP, en lo que se conoce como "fusión fría o virtual", las entidades podrán contar con sus propios órganos de gobierno y obra social, así como mantener su personalidad jurídica, actividad comercial y marca corporativa en sus "territorios".

A Caja Madrid le corresponderían la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha, mientras que a Bancaja, se les asignaría la Comunidad Valenciana y las islas Baleares.

El territorio de las cajas de Segovia y Ávila serían sus respectivas provincias, aunque la abulense tendrá responsabilidades sobre la gestión de Salamanca y la segoviana sobre Valladolid.

A Caja Rioja y a la Insular de Canarias, se les asignarían sus comunidades autónomas, mientras que el territorio de la Caixa Laietana serían provincias de Girona y Barcelona, con la excepción del municipio condal.

Con este reparto, se trata de minimizar el solapamiento de oficinas y de establecer una amplia cobertura geográfica, con la intención de mejorar el servicio y la gama de productos a sus clientes, con una especial atención a las familias y empresas.

Para reforzar las garantías, liquidez y solvencia del nuevo SIP, se compartirán el 100% de los resultados, estableciendo sinergias con criterios de optimización y respetando la participación de cada entidad, aunque la unión no podrá darse por cerrada hasta que sea aprobada por las Asambleas generales de cada entidad, lo que podría suceder ya en septiembre.