La morosidad de los créditos concedidos por bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros de crédito (EFC) a particulares y empresas cerró abril en la cota del 5,49%, la más alta desde marzo de 1996, con lo que retoma de nuevo la senda alcista tras caer en marzo por primera vez desde septiembre, según datos del Banco de España. El nivel de abril supone un repunte del 0,16 puntos respecto a marzo (5,33%) y eleva en casi un punto la morosidad de hace un año (4,51%). Excluyendo los EFC, que presentan un endeudamiento muy elevado, la mora alcanzó el 5,37%, 0,17 puntos por encima de marzo (5,20%), aunque supone un crecimiento de 1,17 puntos respecto a la mora de hace un año (4,40%). Los EFC cerraron marzo con una morosidad del 10,70%, el mismo nivel que en marzo y el más alto desde 1994, seguidos de las cajas de ahorro, con un ratio del 5,51%, que supone un crecimiento de 0,16 puntos respecto a marzo (5,35%) y marca el mismo nivel que en enero de 1996. Los bancos, por su parte, alcanzaron una morosidad del 5,40%, 0,19 puntos por encima de marzo (5,21%), la más elevada desde 1995 y las cooperativas de crédito elevaron su tasa hasta el 4,08%, sólo 0,05 puntos por encima del nivel de marzo (4,03%), aunque es la cota más alta desde 1997. La morosidad de los préstamos concedidos para actividades inmobiliarias repuntó en el primer trimestre hasta el 10,85%, la cifra más elevada la historia.

El aumento de la morosidad coincide con un momento en que algunas entidades de ahorros están registrando pérdidas, como es el caso de la CAM, que tuvo un resultado operativo negativo de 26,80 millones en el primer trimestre, que pudo compensar parcialmente con la venta de Abertis para lograr un beneficio neto de 63 millones. Hasta abril esta entidad ha visto cómo sus depósitos se reducían en 771 millones, por los 2.007 de Bancaja.