El consejo de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (Ceca) aprobó ayer una propuesta de reforma normativa que supone abrir la puerta a la privatización de estas entidades. La iniciativa, que enviará al Banco de España y al Ministerio de Economía de forma inmediata, está orientada también a reforzar los recursos propios de las entidades, ya que propone, entre otras cosas, que las cuotas participativas computen como core tier 1 (un ratio que mide la liquidez) de los recursos propios de las entidades, para lo que será necesario "flexibilizar" su retribución y "desvincularla totalmente de la obra social". De este modo, el capital captado mediante cuotas será retribuido al 100% en función del beneficio, mientras que la obra social se nutrirá del resultado que se obtenga con la parte del capital previo a la emisión de dichas cuotas, o sea, la que no se privatice.

Además, propone la incorporación de los cuotapartícipes, que, a diferencia de los actualmente existentes -sólo en la CAM-, sí tendrán derechos políticos, como grupo de representación de los órganos rectores y la introducción de mecanismos para supuestos de crisis, que permitirían "suprimir" el límite del 50% de cuotas sobre el patrimonio de la caja y que su cotización en los mercados no fuera obligatoria. Hasta la fecha se había barajado que los cuotapartícipes no tengan en ningún caso más de un 50% del capital para que la privatización de las cajas sólo fuera parcial y no acabaran controladas por capital privado. Estos mecanismos para reforzar el capital supondrán un cambio de la Ley de Cajas, cuya reforma se abordará tras el verano. Las cajas también plantean la posibilidad de desarrollar sus objetivos comerciales y empresariales "indirectamente" y de "forma instrumental", por medio de otra entidad de crédito. Es el llamado modelo italiano, por el que la caja se convierte en sociedad anónima de la que una fundación es la principal accionista y la que realiza la obra social con el dividendo obtenido. Además de contemplar las agrupaciones de cajas como modalidad articuladora de los SIP, otra de las claves de la propuesta es que ante distintas necesidades puedan plantearse "trajes a medida", adaptados a cada caja.

El subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, dijo ayer que "cabe aventurar" que, dentro de la nueva normativa, las cajas podrán elegir su propio modelo para mejorar su capitalización.

La Caixa asegura que sigue siendo la líder

El director general de La Caixa, Juan María Nin, aplaudió ayer la integración llevada a cabo entre Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas pequeñas, pero incidió en que la entidad catalana que dirige seguirá siendo la "primera caja de ahorros del mundo" hasta que se consolide la unión del Sistema Institucional de Protección (SIP) liderado por las dos cajas y se conozcan los balances. "No sólo se le da la credibilidad [a la integración] que merece, por la idea que es brillante y por sus gestores que lo van a hacer muy bien, no sólo se le da la bienvenida, sino que se aplaude", afirmó Nin en un curso organizado por la Universidad Menéndez Pelayo (UIMP). El presidente de La Caixa explicó que cuando se constituya definitivamente la entidad resultante de la integración liderada por Caja Madrid y Bancaja a finales de 2011 "se podrá ver cómo amanece esta nueva entidad y los números permitirán comparar" el tamaño de las cajas de ahorros. Por otro lado, el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ricardo Peralta, afirmó que el discurso del president de la Generalitat, Francisco Camps, sobre las cajas valencianas es un "contrasentido" que sólo busca tener una excusa para "criticar" al Gobierno de España. Peralta dijo estar sorprendido por que Camps declare que "pese" al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "las dos cajas valencianas son hoy más solventes y más fuertes", cuando Europa "respaldó las medidas adoptadas por el Gobierno". europa press santander/valencia