El sector ovino y caprino de la Comunitat Valenciana atraviesa momentos muy críticos. Un estudio de los servicios técnicos de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) constata que los ganaderos pierden entre 10 y 20 euros por cada cordero que producen. El desplome precios de la carne, los altos costes de producción -sobre todo piensos y paja- y el desacoplamiento de las ayudas comunitarias están detrás de esta falta de rentabilidad que agrava la tendencia de cierre de granjas en los últimos años.

Según este estudio, el precio de lonja del cordero de 19-23 kg (el peso estándar mayoritario) se sitúa en 2,41-2,47 ?/kg, un 9% menos respecto al año pasado. Las masivas importaciones de cordero congelado procedentes de Sudamérica, que en 2009 ya alcanzaron el 82% de la carne importada por la UE, "hunden las cotizaciones en origen incluso por debajo de lo que se cobraba hace más de diez años, pero la situación se podría agravar todavía más si la UE renueva el acuerdo con Mercosur (Uruguay, Paraguay, Argentina y Brasil)", critica Cristóbal Aguado, presidente de AVA-Asaja. Con esta crisis de precios, algunos costes básicos se vuelven "inasumibles", como está siendo el caso del pienso de iniciación. Su precio ha subido un 5% en el último año y supera los 0,32 ?/kg, por lo que muchos ganaderos se ven forzados a prescindir del pienso y alargan la lactancia de los animales. El precio de la paja se ha incrementado en un 16% desde principios de año. La mayoría de explotaciones valencianas encuentran cada vez más dificultades para acceder a zonas de pastoreo, mano de obra especializada (pastores) e incluso para recibir subproductos hortofrutícolas que sirven de complemento alimenticio.