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El Pleno del Congreso convalidó ayer el decreto ley de la reforma laboral planteada por el Gobierno y lo hizo con el único apoyo de los diputados socialistas salvo Antonio Gutiérrez, ex secretario general de Comisiones Obreras, que optó por abstenerse rompiendo la disciplina de grupo. El PP, los nacionalistas de CiU, PNV y CC, así como UPyD y UPN se decantaron también por la abstención, posición que sumó 173 votos, más incluso que los que se pronunciaron a favor (168). En contra se pronunciaron los ocho diputados de ERC, IU-ICV, BNG y Nafarroa Bai. Eso sí, todos los partidos apoyaron la tramitación parlamentaria del decreto ley como un proyecto legislativo, susceptible por tanto de presentación de enmiendas de modificación a su articulado.

El texto se publicará en breve en el Boletín Oficial de las Cortes Generales para su tramitación por la vía de urgencia. Eso sí, para que se apruebe en julio será preciso que se habilite a la Comisión de Trabajo para trabajar ese mes, que está fuera del periodo ordinario de sesiones. Por su parte, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, defendió este martes que la reforma laboral aprobada beneficiará directamente a los ocho millones de españoles en paro o con contrato temporal, sin "merma de derechos" para los once millones con contrato estable, y supone un paquete de actuaciones orientadas a potenciar la aún "incipiente" salida de la crisis.

Los grupos de la oposición han coincidido en criticar unánimemente el decreto de reforma laboral, al que definieron como una norma que "abarata enormemente el despido" y resulta "insuficiente y confusa", por lo que expresaron su intención de "enderezarla" en el trámite parlamentario que se abrió ayer.

La portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, señaló que Corbacho es uno de los "principales críticos" del propio Gobierno porque ha dicho "públicamente" que no creará empleo y admitió que llega tarde. "Suerte que no siendo diputado no le tocará votarla", incidió la dirigente "popular", quien culpó a la "indecisión y arrogancia" del Gobierno del retraso de dos años en la medida.

Sanción económica para Antonio Gutiérrez por su abstención

La dirección del Grupo Socialista activará hoy mismo el mecanismo para sancionar a su diputado y ex secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Antonio Gutiérrez, por romper la disciplina de voto en la convalidación del decreto ley sobre la reforma laboral. Tal como había anunciado por la mañana, Gutiérrez se desmarcó del voto afirmativo fijado por su grupo y optó por la abstención. Fuentes de la cúpula del Grupo Socialista explicaron que aplicarán la sanción ordinaria prevista en su reglamento interno para estos casos, que contempla una multa cuya cuantía se descontará de la próxima nómina de Gutiérrez.

Se da la circunstancia de que la de ayer no es la primera ruptura de disciplina de Antonio Gutiérrez en sus seis años como diputado socialista. En 2005 también se decantó por la abstención ante un decreto de ley del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para restituir patrimonio incautado a la UGT. En aquella ocasión apeló a su "estricta coherencia personal" recordando que esa medida suponía romper un acuerdo con Comisiones Obreras.

El ex dirigente sindical dijo creer que el contenido de la reforma del mercado de trabajo se ha hecho "con el mejor ánimo y con buena fe" buscando inicialmente "un equilibrio", al final, según criticó, se han acabado "desequilibrando" las cosas "a favor de aquellos que buscan aligerar plantillas y facilitar el despido, en vez de flexibilizarlas y modernizarlas". "A alguien ahí se le ha ido la mano", apostilló.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró antes de la votación que no está molesto por la decisión del diputado socialista Antonio Gutiérrez de abstenerse en la convalidación de la reforma laboral y dijo que siente "mucho" respeto por su opinión. agencias madrid