El secretario general del Sindicato Independiente de Caja de Ahorros del Mediterráneo (SICAM), Manuel Navarro, anunció que su gremio presentó ayer ante la subdelegación del Gobierno en Alicante un requerimiento por vía administrativa para que la Comisión Nacional de Competencia (CNC) "paralice de forma cautelar" el Sistema Institucional de Protección (SIP) iniciado entre CAM, Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, al considerar "injusto" el reparto de participaciones entre las cuatro cajas. Navarro destacó que Cajastur "ha buscado una posición dominante de manera irregular" tras beneficiarse de "una inyección de dinero público" al quedarse con la intervenida Caja Castilla-La Mancha (CCM) a través del Banco Liberta, algo que "le ha permitido contar con el 40% de la participación" en el nuevo banco que se creará, donde CAM tendrá un 40%, un 11% Caja Extremadura y un 9% Caja Cantabria. Para SICAM, el peso que Cajastur recibirá en la nueva entidad es "injusto", al considerar que los 1.300 millones destinados por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) de las cajas para facilitar la compra de CCM por Cajastur "supone un fraude", ya que implica que "el Banco de España saneara CCM" para que después se la quedara Cajastur.

Por otro lado, el presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, quiere convocar a la asamblea general de la entidad el próximo 6 de septiembre para aprobar la alianza con Bancaja y otras cinco cajas de menor tamaño, informaron ayer a Efe fuentes próximas al consejo de administración de la institución madrileña. La valenciana y las otras cinco socias, entre ellas Caixa Laeitana y Caja Rioja, convocarán asamblea el mismo día.