Justo dos años después de que quebrara el banco de inversión Lehman Brothers y la crisis económica estallara con toda su enorme virulencia, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, reunió anoche a la plana mayor del empresariado de la Comunitat Valenciana, en un encuentro insólito, para hacer formalmente una puesta en común sobre el futuro económico, si bien la ausencia de resultados concretos y la reiteración de mensajes ya conocidos dejó entre los empresarios consultados la sensación de que la reunión no había tenido otro propósito que el electoral y el de apaciguar los ánimos de este colectivo, cada vez más molesto con el Consell, pese a que ayer no expresó queja alguna.

Aunque la Generalitat insistió ayer tarde en que empezó a preparar la reunión la semana pasada, lo cierto es que todas las fuentes empresariales consultadas aseguran que la convocatoria no se realizó hasta el miércoles, lo que obligó a más de uno a cambiar su agenda y adelantar entrevistas concertadas. Se trataba de una reunión con el jefe del Consell y sus tres vicepresidentes nunca antes convocada a la que asistieron los habituales dirigentes de organizaciones empresariales, pero, sobre todo, destacados empresarios como Juan Roig, Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), Vicente Boluda, Javier Serratosa o Antonio Adés (Ford). Nadie podía faltar, aunque hubiera coincidencia general, como luego se confirmó, en que el encuentro tenía un claro tinte electoral -Camps está en plena precampaña- y una voluntad inequívoca de aplacar los ánimos empresariales, cada vez más alterados por considerar que el Consell está más centrado en las cuitas judiciales de los dirigentes del PP que en aportar soluciones a una crisis económica que no cede. Las críticas públicas de los últimos días por la morosidad de la administración pública, lanzadas por los constructores de obra pública o la patronal provincial CEV, son un claro reflejo de ese malestar.

Sin embargo, según confirmaron las fuentes consultadas, presentes en el encuentro, ninguno de los empresarios que intervino -se calcula que más o menos la mitad de los más de cuarenta asistentes tomó la palabra- aprovechó la coyuntura para trasladar al jefe del Consell sus quejas. Entre quienes no abrieron la boca estuvo el presidente de los constructores de obra pública Fecoval, Javier Luján, tan locuaz en los días previos y que ya había recibido una amonestación desde la Generalitat. La cuestión de la morosidad sólo la abordó, de pasada, el presidente de Iberdrola. La reunión, que duró una tres horas, la inició Camps con un discurso de treinta minutos que consistió en los mismos mensajes en los que está instalado y que, según la Generalitat, se sustanció en afirmar que hay un cierto "optimismo" en el hecho de que algunos indicadores apuntan que la Comunitat Valenciana progresa más que el resto de España, en que la Generalitat intentará mantener su nivel inversor y en que hará un esfuerzo por contener los gastos en los próximos presupuestos.

Esta última cuestión, junto a la preocupación por el paro, fue una de las que más señalaron los empresarios intervinientes, que abogaron por el copago en los servicios y por equilibrar gastos e ingresos. En este sentido, pidieron unos presupuestos "realistas". Del encuentro no surgió acuerdo alguno más allá de prometer Camps nuevas reuniones. Uno de los empresarios asistentes hizo al final el siguiente balance: "Les hemos dicho que estamos aquí, apoyando, pero que atiendan nuestras peticiones".

No faltó nadie al encuentro

A la llamada de Francisco Camps acudió ayer al Palau de la Generalitat la plana mayor del empresariado valenciano. Entre los que asistieron a título individual estuvieron Juan Roig (Mercadona), Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) Antonio Adés (Ford), Joaquín Ballester (Martinavarro), Vicente Boluda (Grupo Boluda), Francisco Ros, (Grupo Ros Casares) y Javier Serratosa (Air Nostrum). Por parte de las entidades financieras acudieron los presidentes de Bancaja (José Luis Olivas), CAM (Modesto Crespo), Caixa Ontinyent (Rafael Soriano), Ruralcaja (Eduardo Ferrer) y Federación de Cajas Rurales (Cirilo Arnandis). Entre los dirigentes empresariales estuvieron los presidentes de las Cámaras -José Vicente Morata, José Enrique Garrigós, Salvador Martí, Felix Cerdán y Enrique Rico-, el de la Bolsa de Valencia, Ángel Torre; los de las autoridades portuarias, Rafael Aznar, Miguel Campoy y Juan José Monzonís; los de las Ferias, Alberto Catalá y Moisés Jiménez; el de AVE, Francisco Pons, así como los de las patronales: Rafael Ferrando, José Vicente González, Rafael Martínez, José Roca y Juan José Sellés. No faltaron a la reunión los representantes de los principales sectores, como Javier Luján (constructores de obra pública), Vicente Lafuente (metal), Federico Félix (agroalimentación), Cristóbal Aguado (agricultores), Joaquín Piñón (cerámica), Vicente Folgado (mueble y madera), Vicente Aznar (textil), Carlos Escorihuela (hoteleros), Juan Carlos Gelavert (hostelería) y José A. Pastor (juguete). j. c. valencia