Miles de valencianos participaron ayer en las manifestaciones vespertinas celebradas, sin incidentes, en Valencia, Castelló y Alicante para poner fin a la jornada de protesta del 29-S y exigir al Gobierno central que rectifique su política social. Las centrales convocantes -CC OO, UGT e Intersindical Valenciana- elevaron la cifra de asistentes a 90.000 en Valencia, una cantidad que la Policía Nacional rebajó a 20.000.

En el conjunto de la Comunitat Valenciana, las organizaciones sindicales aseguraron que en las tres marchas acudieron 150.000 ciudadanos. Sin duda, la participación fue superior a la habitual del Primero de Mayo, y también se sitúa por encima de las manifestaciones organizadas el pasado mes de junio tras el decreto que recorta los salarios de los funcionarios y congela las pensiones. La Policía Nacional y la subdelegación del Gobierno rebajó las cifras de participación en Alicante a 8.000 y las de Castelló, a 4.000; mientras que en Valencia rehusó aportar datos de participación.

Gritos contra el Gobierno

Així, no. Rectificació, ja! fue el lema de la pancarta principal que sujetaban los secretarios generales de UGT-PV, Conrado Hernández; de CC OO, Paco Molina, y el portavoz Intersindical Valenciana, Vicent Mauri. Con ausencia absoluta de dirigentes socialistas, la festiva y sonora marcha que recorrió durante dos horas el trayecto entre la plaza de San Agustín y la sede de la Delegación del Gobierno en la calle Colón. En la marcha estaba la coordinadora de Esquerra Unida, Marga Sanz, así como representantes de los sindicatos policiales SUP y UFP. También acudieron, como ciudadanos, casi un centenar de miembros a la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), así como afiliados de UGT en la Policía Local. El sindicato CGT-PV se puso en la cola de la manifestación.

Las protestas organizadas en Valencia, Castelló y Alicante -al igual que en el resto de grandes ciudades de España (donde la participación se eleva a un total de 1.500.000 personas, según los sindicatos- pusieron el punto final a una jornada de huelga contra la reforma del mercado de trabajo, el ajuste del gasto público, la reducción de la cuantía media de pensiones y la modificación de la actual regulación de la negociación colectiva.

"Punto y seguido"

Con todo, los dirigentes de las centrales mayoritarias advirtieron que la huelga es un "punto y seguido" en sus reivindicaciones para exigir al Gobierno que ponga fin a los recortes sociales. "Zapatero dimisión!", "Más poder y más dinero para el empresario", o "Despido fácil y barato", fueron algunos de los gritos que coreaban los participantes en la marcha de Valencia. Hernández aseguró que hay que "felicitar a los trabajadores porque la jornada de huelga en la Comunitat Valenciana" concluyera con "una de las mayores manifestaciones" de su historia, en una tarde de "alegría donde ha reinado el ambiente festivo". La mayoría de comercios, bares y restaurantes cerraban sus establecimientos al paso de los manifestantes. La periodista Rosa Solbes cerró el acto con la lectura de un manifiesto que califica la reforma laboral como "lesiva" y rechaza el recorte del gasto social porque no servirá para crear empleo, sino para "aumentar la temporalidad".