En sintonía con su condición de segunda potencia económica del mundo, ya por encima de Japón, y del progreso a marchas forzadas del capitalismo, los nombres de los multimillonarios chinos comienzan a hacerse públicos. El empresario de 64 años Zong Qinghou, dueño de la popular marca de agua mineral y bebidas Wahaha, ha pasado a ser el hombre más rico del país, según la lista anual de la revista económica Hurun, que viene a mostrar con su presencia en el mercado que, por mucho comunismo político, al gigante asiático no le falta ningún emblema del mundo desarrollado. El rey de las bebidas acumula una fortuna de 8.800 millones de euros, que dobla la del segundo clasificado en la lista, Li Li, con 4.400 millones y dueño de la empresa farmacéutica Hepalink, cuyo principal negocio es la comercialización de heparina. En tercer lugar, con un patrimonio de 4.000 millones, se sitúa la mujer más rica de China, Zhang Yin, quien construyó su imperio a partir de la empresa de papel reciclado Nine Dragons Paper.

La lista completa se publicará entrado octubre, pero Hurun ha adelantado esta semana a los seis primeros clasificados de ésta, entre los que figuran también Liang Wengen (de la firma de maquinaria pesada Sany), Robin Li (dueño del buscador Baidu, el gran rival chino de Google) y Yan Bin (cuyo conglomerado Ruoy Chai se dedica a varios sectores, desde el inmobiliario a las bebidas).

El pasado año la lista colocó como hombre más rico de China al presidente y fundador de la compañía automovilística BYD, Wang Chuanfu, de 43 años, quien esta vez cae al duodécimo puesto.

Sector inmobiliario

Hurun, que comenzó a elaborar estas listas en 1993, destacó de su lista de 2010 que por primera vez no figura en los primeros cinco lugares ningún empresario del sector inmobiliario, uno de los más beneficiados en los últimos años del rápido crecimiento de la economía china. Quien aparecía en primer lugar en las listas de 2004, 2005 y 2008 (Huang Guangyu, fundador de la cadena de tiendas de electrodomésticos Gome) fue este año condenado a 14 años de prisión por manipulación en la Bolsa y fraude.

China tiene, según la publicación, entre 400 y 500 "billonarios" (personas con un patrimonio de más de 730 millones de euros -mil millones de dólares). Como dato curioso, Hurun desvela que 103 de los millonarios de la lista se apellidan igual (Wang), mientras que 95 son Zhang, 92 son Li y 89 pertenecen Chen, en tanto que sólo uno de ellos es Zong, precisamente el que ocupa la primera posición.

Casado y con una hija, Zong Qinhou nació en octubre de 1945 en Hangzhou, capital de la provincia oriental de Zhejiang, la más desarrollada del país. Sus inicios, como los de muchos millonarios chinos actuales, fueron humildes: su madre era profesora, él sólo terminó los estudios de secundaria, y durante su juventud sólo encontró trabajos de baja cualificación, como el de empleado de una fábrica de sal.

Agua del grifo no potable

Sin embargo, la suerte cambió en 1987, cuando Zong abrió una pequeña tienda en una escuela, vendiendo leche, refrescos y productos de papelería, la semilla de la que germinaría el imperio Wahaha, cuyo producto estrella no es otro que el agua mineral, en un país donde la que sale de los grifos no es potable. Asociado a profesores de la escuela donde tenía la tienda, Zong comenzó a producir bebidas lácteas, un negocio que acabaría años después convirtiéndose en la mayor productora de bebidas de China, especialmente a partir de la asociación con Danone, ya en esta década. Zong es, además, desde hace dos legislaturas miembro de la Asamblea Nacional Popular (ANP), el máximo órgano legislativo chino, lo que acredita sus buenas relaciones con el Gobierno chino. Pese a todo, los 8.800 millones de Zong están lejos de los 30.000 que atesora el hombre más rico del mundo, el norteamericano Bill Gates. Hay camino por recorrer.

De la cima de la riqueza a la cárcel

Huang Guangyu, de 41 años de edad, ha sido condenado por negocios ilegales, manipulación en bolsa y soborno a cargos del Gobierno. Así lo anunciaba este semana en su apertura el boletín informativo de la televisión estatal. El empresario que comenzó su carrera a los 17 años como vendedor de radios en puestos callejeros, llegó a ser presidente de una de las cadenas de electrodomésticos más importantes del país con un total de 1.300 establecimientos en más de 200 ciudades. No es la primera vez que un gran empresario chino incluído en las mediáticas listas internacionales de los hombres más ricos del mundo acaba en prisión, por ello hoy en China ese fenómeno es considerado como "una maldición" y muchos hombres de negocios han pedido que sus nombres no aparezcan en esas listas.