El ajuste laboral que tendrá que realizar el SIP liderado por Caja Madrid y Bancaja y del que forman parte otras cinco entidades de ahorro de pequeño tamaño supondrá un coste para el conjunto de este grupo de unos 1.400 millones de euros entre 2010 y 2011, según las fuentes del sector financiero consultadas ayer por este diario. La previsión es que estas siete cajas reduzcan sus plantillas en 3.800 personas, lo que implica que el coste por trabajador estaría en una media de 390.000 euros. En el SIP de la CAM, Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, el ajuste laboral costará unos 600 millones. En este grupo, el recorte de empleo será de unos 2.000, lo que equivale a 300.000 euros por empleado, informa David Navarro.

El bufete Sagardoy, especializado en el asesoramiento laboral de algunas de las cajas que se han visto implicadas en el reciente proceso de reestructuración del sector, estima que el coste unitario por empleado será de 300.000 euros. En consecuencia, si el ajuste laboral se queda en 18.000 personas, el coste sería de 5.400 millones, mientras que llegaría a 7.500 si el recorte es de 25.000.

Esta última cifra equivale al 19% de las plantillas de las cajas y es la que aconseja el Banco de España, que se propone alcanzar el 30% en un período de cuatro años. La mayor parte de los despidos se efectuará a través de prejubilaciones. La edad de 55 años figura como la más que probable como tope para el recorte en esta primera fase, en la que las entidades financieras se servirán de las ayudas del Frob, que deberán devolver. El SIP de Bancaja pidió 4.465 millones, mientras que el de la CAM, 1.493. La diferencia entre el coste medio y el del grupo liderado por Caja Madrid estaría en la diferencia de la masa salarial entre entidades. Por ejemplo, los trabajadores de Bancaja con una antigüedad anterior a 1998 cobran tres pagas (21,5) al año más que los que entraron después de ese año. De todas formas, las cifras mencionadas están sujetas a variación, dado que el SIP aún negocia con los sindicatos el ajuste y se desconoce cómo se repartirán los citados 3.800 despidos entre las siete socias.