La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, pidió que se deje trabajar al Pacto de Toledo y se mostró confiada en que se llegará a un punto de acuerdo con todos los grupos políticos para reformar las pensiones, ya que se trata de una cuestión de Estado.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta contestó así a la pregunta de si el Ejecutivo está dispuesto a retirar la congelación de las pensiones contributivas en 2011 para facilitar el consenso.

Según recordó De la Vega, la comisión no permanente del Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados ha vuelto, tras el verano, a negociar la reforma.

Al respecto, valoró la posición constructiva que están teniendo los partidos en la comisión, así como su voluntad para llegar a un acuerdo para garantizar la viabilidad futura de las pensiones.

En su opinión, este es un "buen punto de partida", ya que "no hay vuelta de hoja" para la reforma, porque existe un problema demográfico de envejecimiento de la población.