El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) alertaron ayer de que el actual proceso de devaluación competitiva de divisas a nivel mundial es peligroso e instaron a los países a cooperar para solucionar el problema. «Todo el mundo tiene que tener en mente el mantra de que no hay una solución nacional a una crisis global y en una economía globalizada y un mundo globalizado no hay forma de encontrar soluciones individuales», dijo ayer el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, quien añadió que la fuerte cooperación internacional que tuvo lugar durante los momentos álgidos de la crisis y que quedó de manifiesto durante las reuniones del G20 en Londres y Pittsburgh (EEUU) en 2009 no se ha desvanecido pero está «perdiendo empuje».

Similar advertencia lanzó su homólogo del BM, Robert Zoellick, quien afirmó que «en un mundo cada vez más interconectado necesitamos ser conscientes no sólo de los efectos negativos de las políticas sobre los demás sino actuar de forma coordinada». Los responsables de las instituciones multilaterales sentaron así las pautas para la asamblea anual que arranca hoy en Washington en medio de un intenso debate sobre los tipos cambiarios y las decisiones unilaterales de algunos países de mantener sus monedas artificialmente bajas para mantener su ventaja exportadora. El caso de China es el más emblemático. Strauss-Kahn recordó ayer que la recuperación económica en marcha es «frágil» en parte porque es «desequilibrada», al caracterizarse por la falta de empuje de las economías avanzadas y el dinamismo de las emergentes.

Reequilibrio

Para que eso cambie se precisa un «reequilibrio» que lleve a países deficitarios como EE UU a depender menos del consumo y más del sector exterior y a otros que gozan de superávit como China a estimular su demanda doméstica. Ese reequilibrio, dijo el titular del FMI, exigirá «un cambio en el valor relativo de las divisas» y oponerse a ese proceso «natural» no hará más que poner trabas a un necesario proceso. Mencionó que el caso más notable es el del yuan chino, que está «sustancialmente infravalorado», aunque destacó que Pekín no es el único problema. Descartó, por lo demás, que exista voluntad de llegar a un consenso similar al alcanzado en el conocido como Acuerdo Plaza de 1985, en el que los grandes países industrializados accedieron a devaluar el dólar en relación con el yen y el marco alemán.

En Francfort, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet señaló que las divisas deberían de reflejar los fundamentos económicos de los países y aseguró que el tema debería de centrar las discusiones de Washington. «Creo que los tipos de cambio deberían más que nunca reflejar los fundamentos económicos», dijo Trichet en una rueda de prensa en la que hizo hincapié en la importancia de que China permita realmente «una apreciación gradual del yuan».

Alemania aboga por fuertes subidas salariales

El ministro alemán de Economía, Rainer Brüderle, ha propuesto que, ante la pujanza de la economía germana, los trabajadores se vean recompensados con «fuertes subidas salariales», según indica en una entrevista concedida al diario «Hamburger Abendblatt». «Si la economía registra un ´boom´, entonces también son posibles fuertes subidas de los salarios», señala el ministro germano, que sustituirá a su homólogo del área de Finanzas en la próxima reunión del G-20, aunque subraya que la negociación de las retribuciones corresponde a sindicatos y empresas. A este respecto, pone como ejemplo el acuerdo en el sector del acero, donde patronal y sindicatos pactaron una subida del 3,6%. e. p. hamburgo

El FMI exige al Gobierno de España que prepare más ajustes fiscales para reducir el déficit al 6% en 2011

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España debe estar dispuesta a realizar ajustes fiscales adicionales para alcanzar un déficit del 6% para 2011, porque los mercados tienen «tolerancia cero» ante ese tipo de incumplimientos, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI). «Lo fundamental es la cifra, porque los mercados se han centrado en eso y es muy importante que los mercados no vean que sus expectativas no se ven corroboradas por los hechos», alertó el responsable del departamento de Asuntos Monetarios y Mercados del FMI José Viñals. El Fondo pronosticó el miércoles que la economía española se contraerá un 0,3% este año y crecerá tan sólo un 0,7 en 2011, casi la mitad del 1,3% que aventura el Gobierno.

Viñals indicó a la prensa durante la asamblea anual del FMI que si los pronósticos del Fondo se materializan el Gobierno «tendría que hacer todo lo posible para cumplir con los objetivos de reducción del déficit» en un ambiente más pesimista que el que ahora baraja el ejecutivo español. En ese caso habría que actuar «con la mayor premura posible» porque, explicó, «los mercados hoy tienen tolerancia cero a incumplimientos en las políticas de déficit público y a incumplimientos en mejoras de la competitividad de la economía». Viñals afirmó que uno puede llamarle a eso «Plan B o le puede llamar de otra manera». Las declaraciones de Viñals se sitúan en línea con las hechas el pasado martes por el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien sugirió al Ejecutivo que diseñe un plan de contingencia para corregir posibles desviaciones del Presupuesto. Ordóñez cuestionó algunas de las premisas utilizadas por Economía para elaborar sus previsiones de crecimiento del 1,3% para 2011.

El Tesoro paga un 10% más cara la deuda

L a crisis de Irlanda pasa factura a España en la primera subasta tras el recorte de la calificación crediticia de España realizada por la agencia Moody's. España ha captado en una subasta de bonos a 3 años 3.216 millones de euros a un interés del 2,52%, esto supone pagar un 10,5% más que en la última subasta. Mientras, el diferencial entre el bono español y el alemán, el de referencia en Europa, se redujo ligeramente al cierre del mercado hasta 178,9. efe madrid