La persistencia de la crisis económica, que ha disparado el número de desempleados desde que se inició hace tres años, va tomando mes a mes un tinte cada vez más dramático para las personas que perdieron su trabajo hace ya tiempo y no han logrado encontrar otro. Las ayudas públicas se acaban. Eso es lo que les va a suceder a 89.156 ciudadanos de la Comunitat Valenciana a lo largo de 2010. Según un informe de CC OO en base a datos del Servicio Público Estatal de Empleo, este año dejarán de cobrar el paro 620.000 españoles, de los cuales el 14, 38% son valencianos.

Según explicó ayer a este diario el secretario de Empleo de CC OO-PV, Josep Tomàs, los datos -en realidad, proyecciones- son aterradores. El pasado mes de julio, había en la Comunitat Valenciana 487.098 parados. De ellos, el 71%, es decir, 348.100, percibía algún tipo de ayuda pública. Los 139.000 restantes se hallaban en una situación desesperada, la de no cobrar nada del Estado, porque ya se les habían acabado la prestación por paro y los subsidios. De los citados 348.100 que disfrutaban de algún tipo de prestación en julio, 183.768 (un 52% del total) ingresaban mensualmente las ayudas del paro, que el mencionado dirigente de CC OO-PV sitúa en una media de 980 euros. Los otros 164.333 ciudadanos percibían los subsidios de 426 euros u otro tipo de prestaciones no contributivas.

Panorama desolador

Este panorama desolador cambiará a peor en el segundo semestre del año, como consecuencia, principalmente, de que la cada vez más prolongada crisis está dejando a muchos parados sin dinero público. La estimación de CC OO, teniendo en cuenta que las prestaciones medias duran unos 22 meses y siempre y cuando se mantenga la actual tasa de paro, apunta a que en el mes de diciembre el número de valencianos que cobran del paro se reducirá a 109.333, es decir 74.455 menos que en julio. Si a esta cifra le sumamos los 14.721 que se vieron en la misma situación en el primer semestre de 2010, el número final de ciudadanos que se quedan sin paro es la ya citada de 89.156, que supone un 44,5% de incremento respecto a diciembre de 2009.

Aunque Tomàs se expresó con total cautela, lo cierto es que apuntó que, cuando finalice este año, contando a todos aquellos que dejarán de cobrar los subsidios, el número de valencianos sin ninguna ayuda podría superar los 200.000 desde los 139.000 contabilizados al iniciarse julio. El dirigente de Comisions Obreres del País Valencià, quien considera que la situación "es muy alarmante", cree que, si las estimaciones se confirman, la tasa de cobertura, es decir, el número de parados que cobra algún dinero del Estado podría bajar del 71% que había en julio al 55% de diciembre. Dieciséis puntos en sólo seis meses. Y todo ello sólo son las frías cifras. Detrás, como explicó Josep Tomàs, está el drama de esas miles de personas que se quedan sin ingresos fijos y que deben recurrir a la familia, a los amigos o, incluso, a la caridad y la beneficencia para sobrevivir.