La ministra de Economía y Hacienda española, Elena Salgado, consideró que la reforma de la disciplina presupuestaria que los Veintisiete tienen previsto dejar prácticamente cerrada hoy cumple con todos los objetivos que España se había fijado en la materia.

"En el día de hoy, veremos que todas nuestras tesis son aprobadas", aseguró Salgado en Luxemburgo, antes de participar en la última reunión del grupo especial que debate el endurecimiento de la disciplina fiscal, para evitar nuevas crisis de deuda como la que ha afectado en los últimos meses a Grecia, España, Portugal e Irlanda.

Así, la ministra explicó que el documento final vinculará la aplicación de los castigos por competitividad al cumplimiento de las recomendaciones de Bruselas y no a los resultados obtenidos, de manera que sólo sean castigados los estados que incumplan los consejos.

"Lo que se sancionan no son los desequilibrios macroeconómicos, como nosotros también insistíamos, sino el que de manera repetida no se haga caso de las recomendaciones del Consejo. España está haciendo caso de las recomendaciones del Consejo y, por tanto, ésta es la posición que más nos favorece", aseveró Salgado.

Según las fuentes consultadas, España es el único país que se ha opuesto a estos castigos por déficit de competitividad, al considerar que los desequilibrios macroeconómicos no responden siempre a las actuaciones de los gobiernos.

Salgado explicó que los Veintisiete también aprobarán hoy la inclusión del criterio de la deuda pública como uno de los factores vinculantes en el procedimiento sancionador (hasta ahora sólo lo era el déficit), pero dejarán fuera la deuda privada, "como defendía España".

Preguntada por si el acuerdo final incorporará una exigencia de reducción de la deuda en 5 puntos del PIB anual para los países que superen el límite establecido en el 60% del PIB, Salgado auguró que "no se va a incluir una definición seguramente tan precisa", sino que se "va a dejar para un desarrollo posterior".

En todo caso, la ministra aseguró que las sanciones por deuda no perjudicarán a España, puesto que la deuda española "está veinte puntos por debajo de la media europea".

Según la ministra, el acuerdo final también adoptará las tesis españolas respecto a las ayudas europeas, al no mencionar la posibilidad de bloquear los fondos estructurales a los países de la zona euro que incumplan las normas.

"Yo creo que hemos cumplido nuestros objetivos", insistió la vicepresidenta segunda del Gobierno.

Respecto a la propuesta de la Comisión Europea para automatizar la aplicación de las sanciones, que divide a los países del norte y del sur de Europa, Salgado aseguró que no habrá una "pérdida de derechos políticos".

La Comisión y los países del norte, liderados por Alemania, desean que los castigos sean automáticamente aplicados una vez que el Ejecutivo comunitario haya propuesto una sanción, a no ser que una mayoría cualificada de estados miembros se opongan a la misma en el plazo de diez días.

Sin embargo, los del sur, encabezados por Francia y entre los que se cuenta España, quieren que baste con una mayoría simple del Consejo para dar un matiz más político a la decisión.

Por último, Salgado consideró que la creación de un mecanismo permanente de resolución de crisis, inspirado en el fondo de rescate temporal aprobado la pasada primavera para socorrer a países del euro con problemas de financiación, "quedará para un desarrollo posterior", al requerir un cambio en el tratado.