La deuda de la Generalitat con Bancaja se ha duplicado desde que se inició este año. Diversas fuentes de la entidad de ahorros valenciana consultadas por este diario aseguran que el conjunto de la administración autonómica, incluidas las universidades y las empresas públicas, adeudan a la caja "entre 1.950 y 2.000 millones, aunque más cerca de esta última cifra", mientras que al cierre de 2009 el volumen global estaba en torno a los mil millones. Un portavoz de Bancaja no quiso ofrecer datos al respecto amparándose en que no comenta cifras de sus clientes. La deuda de la administración autonómica con la entidad financiera suele oscilar mes a mes, dado el amplio abanico de operaciones que el Consell y sus organismos dependientes se cruzan con la caja de ahorros.

A este endeudamiento ha contribuido de forma determinante la emisión de pagarés que la Generalitat logró adjudicar a las dos grandes cajas de ahorros de la Comunitat Valenciana por importe de mil millones de euros, a razón de 500 por cada una. La emisión a 18 meses fue aprobada por los respectivos consejos de admnistración de Bancaja y la CAM en las reuniones que mantuvieron la última semana de octubre. La operación es muy rentable para ambas entidades financieras, no en vano el interés llega al 7,75% TAE. Como afirmaba ayer una fuente conocedora de la misma, la ganancia "puede llegar a los veinte millones, lo que supone una parte importante del beneficio que la entidad pueda generar este año en un contexto tan complicado".

Normas internas

Del interés que Bancaja tenía por que la operación se llevara a cabo habla muy a las claras el hecho de que se saltara algunas de las normas internas en la concesión de créditos. El Banco de España establece un tope del 25% de los recursos propios computables de una entidad como máximo en la prestación de dinero a una empresa, un particular o una institución. La entidad de ahorros presidida por José Luis Olivas tiene desde hace tiempo una norma interna más restrictiva a este respecto, si bien ninguna de las varias fuentes consultadas pudo recordar ayer cuál es el porcentaje exacto. La cuestión es que, con la emisión de pagarés por 500 millones a la Generalitat, Bancaja superaba su propio límite -en ningún caso el del Banco de España- en un 25%, aproximadamente.

Este asunto fue abordado durante el consejo de administración del 27 de octubre. La dirección de la caja insistió durante su exposición en que rebasar el límite propio obedecía a una cuestión puntual que no volvería a suceder en el futuro y dejó bien claro, según las citadas fuentes, que se trataba de aprovechar una operación muy rentable, que finalmente fue aprobada por unanimidad al entender que, pese a todo, la emisión ofrecía importantes ganancias a la caja.

Negativa

El mencionado portavoz de Bancaja negó en redondo la existencia del tope propio sobre el que se trató en el consejo de administración del 27 de octubre, afirmó que la caja, como no podía ser de otra forma, cumple los límites que fija el Banco de España y añadió que lo único que existe en la entidad de ahorros son unas "referencias" para determinar qué órgano de gobierno de la caja debe aprobar un crédito de cierto volumen, si el consejo de administración o el comité de riesgos.

Otras fuentes precisaron que al consejo van aquellos préstamos que superan el 1% de los recursos propios de la caja en operaciones con particulares y el 3% con empresas o instituciones.

150 millones para pagar a proveedores

Los mil millones en una emisión de pagarés que la Generalitat solicitó a las dos grandes cajas valencianas, a razón de 500 por cada una, y que los consejos de administración de Bancaja y CAM aprobaron en la última semana de octubre fueron justificados ante los respectivos consejeros por la necesidad que el Consell tenía de hacer frente de forma inmediata a unos vencimientos de deuda en bonos por valor de 850 millones, tal como adelantó este diario. Los restantes 150 millones se dijo que eran para obtener liquidez y hacer frente a la deuda con proveedores, si bien en esta última cifra habría que añadir los costes financieros que conllevan los pagarés y los propios bonos. j. c. valencia