La crisis financiera está pasando una factura considerable al atomizado sector de las cooperativas de crédito. De las ochenta entidades que existen en España, seis entraron el pasado mes de septiembre en pérdidas. Cuatro de ellas están ubicadas en la Comunitat Valenciana. Se trata de Albalat, Turís, Algemesí y Chilches. La primera es la que presenta un balance más negativo, con unos números rojos de 906.000 euros frente a los beneficios de 206.000 de septiembre de 2009. Casi igual de mal le fueron las cosas a la rural de Algemesí, con unas pérdidas de 217.000 euros este año frente a las ganancias de 955.000 del ejercicio precedente. Los números rojos de Turís ascendieron a 116.000 euros y los de Chilches, a 85.000. Ambas venían también de beneficios.

Albalat y Turís están integradas, junto a las también valencianas Caja Campo, Casinos y Petrer, en el grupo cooperativo que lidera la andaluza Cajamar, y Chilches, en CRM, el SIP que capitanea Ruralcaja y del que forman parte otras doce rurales de la autonomía. Las tres, por tanto, se benefician de su pertenencia a grupos ya formados, dado que al final del ejercicio se mutualizarán los resultados. El problema lo tiene Algemesí, que declinó en el último momento, junto a Alcúdia, Onda, Betxí y Alcora, formar parte del citado Cajas Rurales del Mediterráneo. La presión para que busque socio va a ser muy intensa.

De las restantes 32 cooperativas valencianas, sólo dos presentan incrementos en sus beneficios: de un 18%, hasta 98.000 euros, la de Coves de Vinromà y del 7,6%, hasta 70.000, la de Sant Vicent de la Vall d'Uixó. Ambas, más Caixa Popular y otras seis rurales castellonenses, se han integrado en un SIP nacional, el denominado de AFI, junto a catorce cajas españolas de tamaño pequeño.

Todas las demás han obtenido ganancias, aunque con descensos considerables respecto a septiembre de 2009. Llama la atención la muy delicada situación en la que se encuentran dos de las socias de CRM. Nules y Caixa Rural Torrent han bordeado las pérdidas, con descensos del 98%. La primera, que ganó 452.000 euros en septiembre de 2009, se queda un año más tarde en solo 6.000. La segunda ha pasado de 1,16 millones a 14.000.

Entre las grandes rurales españolas, algunas de ellas integradas en el SIP del que forman parte CRM y la Central de Orihuela, la caída de resultados más abultada ha correspondido a Ruralcaja (69%, al pasar de 12,1 a 3,76 millones). Cajamar ha reducido sus ganancias en un 58,1% (73,1 a 30,6 millones). Navarra lo ha hecho en un 52,4% (de 47,7 a 22,7) y Asturias, en un 26,8% (de 14,9 a 10,9). La reducción de beneficios en el sector viene determinada en la mayoría de los casos por las elevadas dotaciones para insolvencias que han realizado las entidades.