El historiador valenciano Alejandro Noguera Borel, de doble nacionalidad, española y francesa, es licenciado en Arqueología por la Universidad de París IV y doctor en la Universidad de Valencia con una tesis sobre el ejército de Alejandro Magno. Por eso le gusta tanto la estrategia, que aplica a la gestión empresarial. Este erudito del clan familiar de los Noguera, consejero de varias sociedades mercantiles, imparte clases sobre leyes e instituciones de Macedonia, como profesor invitado en Atenas y Tesalónica y entre sus especialidades figura la "explicación de cosas complicadas de manera fácil, estrategias, organización de grupos de trabajo, tareas complejas, gestión cultural y la docencia". Su pasión es el museo L'Iber de soldaditos de plomo, una auténtica clase de historia, así como las excavaciones que mantiene en el país heleno. Sostiene que la manida y tópica frase "La historia se repite" le ha dado pie a explicar sucesos y errores cometidos en las empresas y administraciones públicas durante esta grave crisis económica. En declaraciones a Levante-EMV, sostiene que "los Noguera somos uno de los últimos mecenas en Valencia".

¿Por qué ya no quedan mecenas en Valencia?

Muchos dicen que los Noguera somos tacaños pero me gustaría decir que en los últimos cuarenta años tan sólo ha habido dos grandes familias de mecenas en esta ciudad: la familia Cañada Blanch y la nuestra. Valencia necesita más personas que apuesten el mecenazgo para impulsar proyectos que mejoren la sociedad a través de la cultura, de la formación. Si no hay suficientes es porque no se reconoce su labor.

La cultura es uno de los primeros sectores que nota la crisis económica en estos tiempos que tanto arrecia el recorte de inversiones y gastos.

La caída del gasto en cultura no es reciente aunque se ha agudizado con la crisis económica actual. En este momento se está acentuando tanto y de manera tan violenta que Europa puede perder competitividad en el ámbito económico. España debería convertirse en un parque temático de cultura para chinos, indios o árabes. Tenemos que vender turismo de cultura. El valor añadido que podemos ofrecer es grande y eso requiere formar personas en esos ámbitos. La Fundación Libertas 7 aporta su granito de arena.

Entonces, ¿considera agotados modelos turísticos aplicados la Comunitat Valenciana?

El turismo de sol y playa o el del golf tiene sus límites. El modelo valenciano puede vender esa oferta hasta cierto límite. Pero la oferta de sol y playa existe en países emergentes como Turquía y en el norte de África que hacen una competencia feroz. Valencia ha mejorado mucho en los últimos años, si bien debería apostar más por crecer en ofertas culturales y vender bien su patrimonio históricos o su museos, algunos de los cuales estaban cerrados cuando llegan los turistas de cruceros.

Como historiador, experto en estrategia y tácticas acertadas para resolver cosas complicadas. ¿Qué recomendaría al mundo de la gestión empresarial y de las administraciones públicas para evitar errores?

Que aprendan de la historia. La crisis moderna de Afganistán es una repetición de la del siglo XIX, la que libraban británicos y rusos por el control de ese estado. Ambos países han salido escaldados. Es sólo un ejemplo, pero existen más confictos armados que podrían corregirse con un poco de visión histórica y de conocimiento de las civilizaciones. Los gobiernos y las empresas deberían tener más asesores en historia porque tienen mayor visión a largo plazo para buscar unas alianzas u otras.

¿Qué país tiene más futuro económico, China o India?

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lo tiene claro y así lo manifiesta. Hace un gesto estratégico importante acercándose a la India, la democracia más grande del mundo. Tiene mucho más futuro económico que China por varios motivos: están más acostumbrados a sufrir que los chinos, hablan más inglés, saben mucho de informática y tienen unas estructuras de ferrocarril más desarrolladas.

¿Cuáles son las próximas 'guerras' económicas?

Pues yo pronostiqué una antes que los economistas cuando comenzó la pugna entre Estados y China. Un historiador es capaz de predecir la guerra de divisas ante que el economista. Así lo anuncié en una conferencia poco tiempo antes que comenzara la carrera de las devaluaciones con el yuan a la cabeza. A la vista de la batalla que mantienen EE UU y China, a quien compra la deuda, por el control del mundo pronostiqué que habría una política de devaluación de sus monedas, tal como han hecho otros países, para impulsar sus respectivos sectores exteriores.