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El Banco Central Europeo (BCE) garantizó ayer a los bancos comerciales de la zona del euro la liquidez que necesiten hasta junio de 2011, pero decepcionó las expectativas de los mercados al decir que mantendrá el programa de compra de deuda pero que no lo ampliará.

El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, rehusó pronunciarse en la posterior conferencia de prensa sobre ese programa, pese al incremento de la prima de riesgo de países como España a raíz del rescate de Irlanda, aunque subrayó que la entidad reguladora está permanentemente alerta, en clara advertencia a los especuladores. Trichet se limitó a decir que la entidad va a mantener su programa de compra de deuda pública, que inició el pasado 10 de mayo, y que posteriormente retirará la liquidez que genera esta compra. No anunció un volumen anticipado de compra de deuda, como han hecho otras entidades monetarias como la Reserva Federal estadounidense y el Banco de Japón.

La compra de bonos públicos por parte del BCE se adaptará a las necesidades del mercado con el fin de garantizar su buen funcionamiento, dada su importancia para la estabilidad del sistema financiero europeo. "Estamos constantemente alerta y miramos la reacción de los mercados", dijo Trichet. El BCE ha adquirido hasta ahora bonos por valor de 67.000 millones de euros. El próximo lunes el BCE dará a conocer el volumen de compra de esta semana, que probablemente habrá aumentado en el caso de Irlanda y Portugal dadas las actuales tensiones en los mercados de deuda pública, según los analistas.

El consejo de gobierno del BCE también decidió mantener la tasa de interés en la Eurozona en el 1%, nivel en el que va a permanecer hasta finales del próximo año, según preven la mayoría de los expertos. El BCE revisó al alza sus proyecciones de crecimiento para 2010, con la misma inflación, por la recuperación económica global y el apoyo de la demanda interna.