La ratificación del Acuerdo de Asociación Unión Europea-Marruecos sellado ayer por el Consejo de Ministros de la UE supone un auténtico mazazo para la agricultura mediterránea, ya que provocará la pérdida de unos 15.000 puestos de trabajo directos e indirectos en el caso de la Comunitat Valenciana, así como el abandono de unas 16.000 hectáreas de tierras de cultivo, según constata el informe realizado por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja). El pacto entre Bruselas y Rabat, que también recibe duras críticas de la Unió de Llauradors al considerar que "la agricultura mediterránea es la gran perjudicada y la moneda de cambio del acuerdo", amenaza de lleno al sector citrícola y al del tomate porque liberaliza la entrada de naranjas marroquíes, aumenta en un 35% el contingente para clementinas, crece un 39% el de tomates y da vía libre a otras frutas y hortalizas.

El convenio que ratificará antes de junio de 2011el Parlamento - entrará en vigor en el año 2013- mejora sustancialmente las condiciones de acceso a los mercados europeos de determinadas frutas y hortalizas del país norteafricano, lo que supone mayores dificultades para el futuro de los productores valencianos. Prevé la liberalización de los intercambios, excepto para seis productos "sensibles" (clementinas, tomates, calabacines, pepinos, fresas y ajos) y la reducción del 30% del precio de entrada a la UE para los melocotones, albaricoques, nectarinas y uva de mesa.

Concesiones

El cálculo de pérdida de empleo realizado por AVA-Asaja responde al impacto que generaría la apertura a dos cultivos clave: el tomate -del que la Comunitat es el cuarto productor nacional- y los cítricos -el primero-. En el caso de la hortaliza, sólo en la autonomía serían más de un millar los empleos que se destruirían a medio plazo, cuando se hiciera efectivo el acceso a la UE de 285.000 toneladas libres de acceso a los mercados. En los cítricos, el impacto de las nuevas concesiones en naranjas, mandarinas y, en el caso concreto de la variedad de clementinas -cuyo contingente se eleva hasta las 170.000 toneladas- sería mucho mayor, puesto que pondría en peligro más de 12.000 empleos, 5.500 de ellos de citricultores y el resto procedente de las labores de recolección y procesado. Los cítricos, tras el olivar, son el segundo objetivo del llamado Plan verde, un macroproyecto con el que el Marruecos quiere reorientar la agricultura de bajos rendimientos hacia las frutas y hortalizas de regadío. Esta estrategia atrae a inversores españoles e impulsa la deslocalización.

En cuanto al abandono de campos, sólo en cítricos habrá una desaparición de las citadas 16.000 hectáreas, superficie que se sumaría a las casi 15.000 Ha. abandonadas en los últimos ocho años a causa de la crisis de precio.

El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, destacaba ayer la "paradoja" que supone que en la misma jornada la UE haya reclamado al régimen de Mohamed VI respeto a los derechos civiles en el Sahara y "se recompense al monarca con más concesiones". La Unió de Llauradors, que lidera Ramón Mampel, apela a la sensibilidad y racionalidad de los eurodiputados españoles porque con su voto a favor del Acuerdo lastrarán el futuro de los productores de frutas y hortalizas y provocarán la ruina económica de miles de familias.

El Consell cree que acuerdo es "un síntoma más del fracaso de política exterior" de Zapatero.

La naranja ecológica tiene más vitamina C

Un equipo de profesores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Medio Natural de la Universidad Politécnica de Valencia ha realizado diversos estudios comparativos sobre la calidad de las naranjas en los que asegura que las frutas ecológicas cuentan con un 10% más de cantidad de vitamina C. La producción ecológica de cítricos, que tiene gran aceptación en países de la Unión Europea, el principal mercado, requiere trabajos de desbroce, recolección y almacenamiento exenta de herbicidas y sustancias químicas, lo que requiere un mayor uso de mano de obra en el campo.