El exministro de Trabajo y expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana facturó el año 2009 a través de su consultora Decuria Consulting 165.103 euros. Zaplana, como han hecho otros dirigentes políticos que han pasado a la actividad privada, creó su sociedad limitada en mayo de 2008, apenas un mes después de que Telefónica anunciase su fichaje como delegado para Europa de la compañía que preside César Alierta. En un primer momento se especuló con que los emolumentos del ex ministro de Trabajo rondarían entre los 500.000 y los 600.000 euros anuales al conllevar su inclusión como consejero de las filiales Telefónica O2 Europa y Telefónica O2 República Checa.

A tenor de las cuentas presentadas en el Registro Mercantil por la Sociedad Limitada de Zaplana, el expolítico ha optado por facturar a Telefónica como asalariado y mantener su consultora para obtener ingresos extraordinarios. El nivel de facturación y activos no alcanza ni de lejos el de la empresa de su mentor José María Aznar. El expresidente del Gobierno montó Famaztella para facturar por la edición de libros y su actividad como conferenciante. Sus ingresos en 2009 fueron de 620.232 euros y la empresa tuvo unos beneficios de 445.417 euros. El activo de Famaztella, acrónimo de familia Aznar Botella, era de 1,7 millones de euros al cierre del ejercicio.

Los números de Zaplana son bastante más modestos. Decuria Consulting está domiciliada en el mismo número del Paseo de la Castellana de Madrid donde el expresidente de la Generalitat tiene fijada su residencia. El objeto social de la sociedad es el asesoramiento en el diseño, implementación, gestión y control de medidas estratégicas para sociedades y fundaciones.

Decuria Consulting cerró 2009 con un activo de apenas 118.994 euros tras destinar 25.200 euros a gastos de personal y otros 70.420 euros a otros gastos de explotación. La cuenta de resultados arroja unos beneficios después de impuestos de 52.000 euros.

Los 165.103 euros de la cifra de negocios de Decuria Consulting es superior a los 81.000 euros facturados en 2008, durante los siete meses de vida de la empresa. Ese primer ejercicio incompleto, la sociedad tuvo unos beneficios de 46.000 euros.

Desde su abandono de la política, Zaplana apenas ha tenido protagonismo en la vida pública. Ha impartido conferencias, pero centra su actividad en su labor para Telefónica.