La asamblea de la Asociación Valenciana de Empresarios formalizó ayer el relevo de su presidencia y Francisco Pons (despedido con un emotivo vídeo) cedió el testigo a Vicente Boluda. El naviero, una de las principales fortunas de la Comunitat Valenciana, ha logrado por fin la atalaya de representación social que anhelaba, y lo hace, además, asumiendo el timón de una organización con fuerte influencia en la autonomía y cada vez más reconocida en otros círculos de economía españoles.

Boluda pareció ayer querer reservar el paquete principal de propuestas para un momento más avanzado, consciente de que la asamblea celebrada en el SH Valencia Palace era en realidad la escenificación de un traspaso de poderes y que la presencia magnética del ex presidente del Gobierno, Felipe González, iba a captar la atención mayoritaria de los focos.

Sin embargo, aprovechó su primera intervención para exponer algunos de sus objetivos básicos. El empresario mostró respeto por la labor realizada por sus antecesores, pero advirtió su intención de incrementar "el nivel de exigencia hacia los responsables públicos", desde la lealtad institucional y la cordialidad y "hablar con más claridad desde la independencia". El naviero quiso dejar claro que exigencia no es sinónimo de enfrentamiento al apostar por una rebaja de la crispación "en la sociedad en general, y en la clase política en particular".

En materia económica, Boluda abogó por seguir "prestigiando la figura del empresario y el emprendedor" y advirtió sobre los cambios que se están produciendo a nivel mundial para adaptarse a los retos tecnológicos y demográficos. El nuevo presidente del "lobby" empresarial mostró su deseo de potenciar la relación con Madrid aprovechando la llegada del AVE. Una relación que, según dijo, no debe circunscribirse al ocio y el turismo. "Valencia ofrece mucho más", al tiempo que destacó Valencia como salida natural de Madrid al mar. Para algo es el principal naviero de Europa.