La empresaria Rosa María Lladró Sala, presidenta de la división cerámica de la conocida compañía familiar, anunció ayer en el consejo de administración del Banco de Valencia que no tiene intención de renovar su puesto como vocal del órgano de gobierno de la entidad financiera el próximo 2 de marzo. La decisión de abandonar el consejo del banco controlado por Bancaja (38%) se produce meses después de dejar también el comité de auditoría. Según ha reconocido la propietaria de la Ciudad de la Porcelana, hace tiempo que ya había anunciado al banco presidido por José Luis Olivas su intención de abandonar el banco "por motivos de carácter profesional" para dedicar más tiempo a la gestión de la empresas familiar.

Rosa María Lladró -que mantiene su participación accionarial en la entidad- ha permanecido como consejera durante una década, un puesto que ocupó en sustitución de su padre, Juan Lladró Dolz, quien fue vicepresidente. La plaza no será cubierta, según la decisión tomada ayer por el mismo consejo, quedando su composición en un total de 15 miembros más el secretario.

Tras la división de los negocios del imperio empresarial en 2007, la familia de Juan Lladró pasó a controlar la división cerámica, que sigue bajo la batuta de su hija. La empresa ha ido reduciendo su producción por la crisis y mantiene a 450 trabajadores como fijos discontinuos hasta 2013. A finales de 2010 Lladró simplificó su estructura societaria con la desaparición de Tabnet. Los activos de la sociedad que agrupa las participaciones del grupo se integran en Porcelanas Lladró y Desarrollo Valenciano.