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Las tensiones presupuestarias de la Generalitat valenciana son acuciantes. El Consell cerró el ejercicio de 2010 con un remanente de tesorería negativo de 1.296,7 millones de euros. Tras liquidar el presupuesto del año pasado, la Administración autonómica tenía pendiente de ingresar 1.128,4 millones de euros pero, por contra, acumulaba pagos pendientes reconocidos por valor de 3.036,8 millones de euros. En su caja (fondos líquidos) apenas había 611,5 millones de euros, según el estado de liquidación que ayer publicó el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana.

El "agujero" es indicativo de los problemas presupuestarios del Ejecutivo que dirige Francisco Camps, que acumula importantes retrasos en los pagos a sus proveedores y contratistas, o en su defecto, afronta importantes descubiertos con las entidades financieras que adelantan los fondos.

El déficit de tesorería puede ser todavía mayor si desde el punto de vista contable se excluyen derechos y obligaciones de ejercicios anteriores. La Generalitat contabiliza como futuros ingresos derechos de presupuestos cerrados previos al de 2010 por valor de 1.252,6 millones de euros. La Sindicatura de Cuentas ha advertido en varias ocasiones que muchos de estos ingresos nunca llegarán a materializarse. Por contra, la cifra de pagos pendientes de ejercicios cerrados es muy inferior, de 331,0 millones de euros. Es decir, si se computan sólo las operaciones de 2010, la Administración autonómica tiene que afrontar pagos por 2.037,2 millones de euros, pero sólo contempla ingresos por 510,8 millones.

El conseller de Economía, Gerardo Camps, ya avanzó la semana pasada que tendrá que aplicar recortes adicionales en el gasto para poder cuadrar las cuentas públicas por el excesivo déficit. No detalló las nuevas medidas de austeridad, pero avanzó la próxima subasta de los terrenos que albergarán los rascacielos diseñados por Santiago Calatrava. Con la enajenación de patrimonio, el Consell espera recaudar más de 300 millones. Serán insuficientes para tapar el agujero presupuestario autonómico.

Camps también cifró el déficit de financiación de 2010 en 379 millones de euros, pero lo cierto es que la Generalitat cerró el año con un déficit presupuestario de 2.857 millones de euros. Sólo el recursos al endeudamiento y la financiación ajena, que alcanzaron los 3.354,7 millones de euros (1.091 millones más de lo presupuestado), permitieron cuadrar los números.