La compañía líder de vuelos de bajo coste Ryanair vuelve a las andadas. Su presidente. Michael O'Leary anunció ayer en Alicante su intención de recortar hasta en un 80% las operaciones en el aeropuerto de l'Altet por la obligación impuesta por AENA de usar pasarelas telescópicas para la carga y descarga de pasajeros en la nueva terminal alicantina. Según la empresa irlandesa, esta imposición significa un coste adicional de dos millones de euros al año "por unas instalaciones innecesarias" e incumplir los tiempos de escala de 25 minutos.

En una comparencia de prensa en Alicante, O'Leary mostró su más puro estilo negociador a través de la presión. Advirtió que los recortes de operaciones supondrán para AENA la pérdida de 18 millones de euros anuales en concepto de tasas aeroportuarias y para Alicante 12 millones de pérdidas en ingresos comerciales por la reducción de 2,5 millones de pasajeros. Aunque el presidente de Ryanair enmarcó la decisión en un conflicto con AENA por su "posición dominante", los recortes se suman a la supresión de la ruta línea entre Valencia y Madrid por la puesta en marcha del AVE entre las dos capitales. Ryanair reduce así sus operaciones en la Comunitat Valenciana pese a que hace apenas unos meses la Conselleria de Turisme le adjudicó el contrato para la promoción de la imagen de la Comunitat Valenciana en sus aviones por un millón de euros al año. Ryanair también tiene suscrito un acuerdo de "comarketing" a tres bandas con la Generalitat y Turespaña por el que cada parte pone 200.000 euros en materia de promoción de la autonomía como destino.

Pero el presidente de Ryanair parece no verse comprometido por esas ayudas y anunció ayer que su compañía "no volverá a operar en el futuro" la ruta Valencia-Madrid. Además no mostró especial interés por el nuevo aeropuerto de Castelló. Ryanair no cuenta con "ningún plazo" ni "operación confirmada" con el nuevo aeródromo.

AENA anunció su disposición a estudiar "cualquier alternativa de operación" de Ryanair en el aeropuerto de Alicante, siempre que no ponga en riesgo "la calidad y seguridad en la prestación del servicio" y no suponga "una discriminación para el resto de aerolíneas". La consellera de Turismo, Belén Juste, favorable a un acuerdo, ha sugerido al director del l'Altet la posibilidad de que pueda seguir usándose la antigua terminal para los vuelos de Ryanair, en la que los pasajeros pueden subir y bajar del avión a pie y sin pasarelas telescópicas.