Marruecos quiere colarse por un resquicio en Europa y el Pacto Nacional para el Desarrollo Industrial -popularmente conocido como Pacte d'Emergencie- le ofrece la mejor herramienta para para reventar la puerta. A tan sólo 14 kilómetros de la península, acariciando las rutas marítimas internacionales, espera el país regido por Mohammed VI exhibiendo músculo, con unos costes laborales ligeramente superiores a los China -261 euros mensuales frente a 219 del gigante asiático- y a años luz de los países de la Unión Europea -En España son ocho veces más altos y en Alemania, diez-. La amenaza, por lo tanto, ya es una certeza que se ha empezado a cobrar la deslocalización de numerosas empresas europeas.

Marruecos está construyendo su gran polo de atracción industrial alrededor no solo de unos costes laborales competitivos y de una población joven -el 70% tiene menos de 25 años-, sino de unas ventajas logísticas, impositivas, administrativas y de subvenciones con las que no puede competir ningún país europeo. A ello se suman los acuerdos de libre comercio que tiene firmados con países como Estados Unidos, Europa y gran parte de África -que representan un mercado potencial de alrededor de mil millones de personas- y una situación geográfica envidiable, que le permite poner un producto en 24 horas en España y en 48 en Europa.

Sólo queda una pega, la estabilidad política. Las autoridades marroquíes sostienen que desde el anuncio de la reforma constitucional a principios del mes pasado, que prevé dar más competencias a la Cámara y convertir la justicia en un poder independiente, las aguas de las primeras revueltas han vuelto a su cauce y dan por hecho que no hay riesgo de contagio tras los "terremotos" de Túnez, Egipto y Libia. No obstante, a pesar del anuncio de los cambios, han continuado produciéndose nuevas manifestaciones de la oposición reclamando reformas de mayor calado, aunque con menor repercusión mediática.

Un puerto estratégico

Toda la estrategia del Pacte d'Emergence de Marruecos para conseguir un importante polo industrial se establece a partir del nuevo puerto de Tanger, que ha modificado su emplazamiento para dejarlo pegado a las grandes rutas marítimas, aligerando aún más los costes y contando con espacio suficiente para ampliarlo en caso de necesidad. De hecho, Tanger-Med ya está ejecutando una segunda fase.

En las zonas próximas al puerto se han creado varios polos industriales especializados (Mellousssas Jouamaà, Tanger Boukhalef, Polo Tetuan y la Zona Franca Comercial de Fnideq), que representan alrededor de 5.000 hectáreas en un radio de 80 a 100 kilómetros de las instalaciones portuarias.

Tánger-Med comenzó a funcionar en 2007 y actualmente se encuentra en pleno desarrollo, con un plan hasta 2015 que le permitirá procesar 8 millones de contenedores (TEUs) anuales, 7 millones de pasaejeros, 2 millones de vehículos y 700.000 camiones.

La dos terminales de contenedores actuales ocupan una superficie de 80 hectáreas y sus muelles, de 1.600 metros lineales, permiten el atraque de los buques transoceánicos más grandes, con calados de 16 a 18 metros. Además, las 16 grúas de muelle pueden trabajar hasta 80 metros de altura y realizan de 25 a 30 movimientos de contenedores a la hora, a un coste que resulta entre un 25 y un 30 % inferior al de los puertos europeos de referencia.

La terminal de vehículos, con dos muelles de atraque para buques de 240 metros, permitirá mover un millón de vehículos -la fábrica de Renault que se está construyendo en la zona franca de Mellousa tiene previsto alcanzar una producción de 400.000 coches anuales-.

También cuenta con una terminal de hidrocarburos que podrá alcanzar un tráfico de 5 millones de toneladas anuales y otra de transporte rodado y pasajeros, con una estación de ferrocarril integrada, con capacidad para 7 millones de pasajeros y 700.000 camiones.

Sobre esta base, el gobierno marroquí ha levantado la denominada Gran Plataforma Industrial de Tánger, para atraer a empresas del sector del automóvil, de la industria aeronáutica y del denominado offshoring -una zona para los centros de atención de llamadas de Europa, Oriente Medio y Africa, dotada de la última tecnología en materia de comunicación-.

Zonas francas libres de aranceles

Estas áreas pueden funcionar como z0nas francas libres de aranceles, una consideración que alcanza a todas las empresas que destinen un 85% de su producción a la exportación, así como para las que subcontraten con las firmas exportadoras. En estas áreas se exonera del impuesto de beneficios durante los 5 primeros años y se rebaja al 8,75 % para los 20 años siguientes. También se perdona el impuesto de la renta durante el primer lustro y se reduce un 80% los 20 siguientes. Al margen de no pagarse aranceles, no existe ninguna restricción para repatriar dividendos y capital.

Una de las grandes empresas que ha apostado por la Gran Plataforma Industrial ha sido Renault, que ya está terminando una planta que en 2014 alcanzará una producción de 400.000 vehículos anuales, conectada directamente con el puerto mediante dos líneas férreas.

Además, Marruecos ha apostado por una política muy agresiva para atraer a las empresas, que empieza por una ventanilla única que centraliza todos los trámites, apoyo de una empresa pública en la localización del terreno -y subvención del 20% sobre la compra del suelo cuando la inversión supere los 18 millones de euros-, financiación del 100% durante la primera fase de la producción, subvenciones del 10% sobre la maquinaria y sobre el coste del proyecto total en el caso de las inversiones de más de medio millón de euros y ayudas del 20% en la formación de personal.

De hecho, desde el propio Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), dependiente del ministerio de Industria, se indica: "Marruecos, más atractivo para las 'deslocalizaciones' que Europa del Este".