El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que disminuirán las cifras de paro y que eso ocurrirá por la responsabilidad del Ejecutivo para hacer frente a una situación generada por otros y pese a la falta de colaboración del Partido Popular.

Zapatero, quien advirtió de que no hay una "varita mágica" para bajar el desempleo de la noche a la mañana, lanzó este mensaje de optimismo en el acto que protagonizó en Santa Cruz de Tenerife en apoyo de los candidatos socialistas canarios a las elecciones del 22 de mayo.

Un día después de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que deja las cifras de desempleados en casi cinco millones, el jefe del Ejecutivo expresó su preocupación por todos los parados y subrayó que el Gobierno no los va a abandonar.

Así, lamentó que el PP no esté colaborando y recalcó que el Gobierno "está haciendo lo que España necesita" y va a seguir asumiendo la responsabilidad de combatir "una crisis generada por otros" y de adoptar decisiones con las que el PSOE va a ganar "a la crisis y al PP".

"La crisis no la hemos generado nosotros, pero a nosotros nos ha tocado gestionarla", insistió antes de garantizar que va a seguir poniendo su empeño en mantener los máximos niveles de protección social.

Garantía de prestaciones

De hecho, se ha comprometido a garantizar que más del 75 por ciento de los desempleados, como ha ocurrido hasta ahora, van a tener una prestación y "no van a ser abandonados a su suerte".

Zapatero reconoció que el empleo es "una gran urgencia y una gran necesidad", pero advirtió de que no se logra de la noche a la mañana ni con una "vara mágica", algo que dijo que saben bien los empresarios. El presidente se mostró convencido de que van a mejorar las cifras de paro "pese a que a algunos no les guste nada", en alusión a los dirigentes populares.

Tras insistir en las políticas sociales que ha desarrollado el Gobierno, aseguró que no es creíble que el PP diga que se va a ocupar de los parados porque "no lo hizo" en su etapa al frente del Ejecutivo.

El presidente del Gobierno vertió estas palabras ante un recinto cuyo aforo no llegó a completarse y donde defendió la gestión de la crisis recalcando que se está haciendo lo que España necesita.