El pasado domingo, el conseller de Hacienda, José Manuel Vela, en una entrevista concedida a este diario, aseguraba que ya ha empezado a ver brotes verdes en la economía valenciana. Ayer, la Dirección General de Economía que dirige su hermano Jorge corroboró esos primeros síntomas de que la crisis podría empezar a quedar atrás si la deuda no nos hace caer en una sima aún más profunda. La economía valenciana se contrajo el año pasado un 0,6 %, que a todas luces es un mal dato, aunque no tanto si se lo compara con 2009, un año respecto del que se registra una mejora de 3,8 puntos. El Informe Anual de la Economía Valenciana 2010, hecho público ayer con datos, entre otros, del Instituto Nacional de Estadística, revela que la demanda interna sigue siendo el principal hándicap para el crecimiento autonómico, aunque conforme fueron transcurriendo los meses del año pasado mejoró sus datos. Así, la caída del 1,4 % del primer trimestre contrasta con los descensos del 0,4 % que registró el consumo interno en los siguientes tres trimestres. Por su parte, el sector exterior tuvo una contribución interanual negativa en tres décimas, si bien entró en la última mitad del año -más 0,5 % en el tercer trimestre y más 1,0 % en el cuarto- en una senda positiva que se ha extendido hasta 2011 y que es la que está permitiendo la vuelta al crecimiento, aunque muy tímidamente.

El comportamiento de las distintas ramas de actividad es desigual, principalmente por la pendiente por la que sigue descendiendo sin red la construcción. El Valor Añadido Bruto (VAB) del sector industrial creció siete décimas, de tal forma que recuperó trece puntos porcentuales respecto a 2009, ejercicio que se cerró con una disminución del 12,3 %, según una nota de la Generalitat en la que el director general de Economía, Jorge Vela, afirma que la industria "está siendo el punto de apoyo de la recuperación económica de la Comunitat Valenciana" y que el hecho de que en el cuarto trimestre de 2010 creciera en tasas interanuales, algo "que no se registraba desde el primer trimestre de 2007", el primer año de la crisis, "ha animado a los empresarios, pues se comienza a vislumbrar la mejoría del sector industrial valenciano".

Cae la agricultura

Todo lo contrario que los constructores, que siguen pagando los excesos que cometieron en la etapa de expansión. Este sector se contrajo en 2010 un 8,3 % en tasas interanuales. Asimismo, el mencionado informe asegura que los indicadores adelantados de esta actividad y las expectativas "siguen mostrando la debilidad de la demanda interna, tanto pública como privada, hecho que se reflejó en el mercado de trabajo, aunque con cifras menos negativas que en el ejercicio anterior". Tampoco le fue bien al sector agrícola, que tuvo un descenso interanual de siete décimas, que, de todas formas, es la mitad del 1,4 % experimentado en el ejercicio precedente. Por último, los servicios volvieron a registrar tasas de crecimiento, con un incremento del 0,2 %, que fue una décima superior en lo que respecta a aquellos destinados al mercado, como el comercio y el turismo. El informe prevé que la economía valenciana registre una subida del 0,8 % en 2011 -tomando en consideración los cálculos de Hispalink y AFI-, un porcentaje superior a la media española (0,7 %).