La estructura agraria minifundista de la Comunitat Valenciana continúa pasando factura. El Fondo Español de Garantía Agrícola (Fega, dependiente del Ministerio de Medio Rural) ha publicado los resultados definitivos de las ayudas concedidas por la Unión Europea en concepto de pago único -sistema utilizado en la Política Agraria Común (PAC) que beneficia el tamaño de la explotación- donde se constata que la agricultura valenciana es la más maltratada en el reparto de las subvenciones correspondientes a la campaña 2009/2010. Los beneficiarios de la autonomía recibieron una media de 827 euros -frente a los 4.127 euros de España- , lo que supone ingresar sólo el 1,2% del pago único de Bruselas pese a representar el 8,2 % del valor agrícola español.

A la vista de la situación, AVA-Asaja reclama al Gobierno central que aproveche la reforma ahora en trámite de la nueva PAC -que entrará en vigor a partir de 2014- para impulsar un reparto más equilibrado que, según su presidente, Cristóbal Aguado, "pueda frenar el abandono de campos provocado por la falta de rentabilidad del sector hortofrutícola". El llamado "chequeo médico" de la PAC de 2008 introdujo un nuevo sis te ma de ayudas comunitarias cuyos importes dejaron de vincularse a la producción (a tanto por kilo producido) y en una parte importante pasaron a concederse en función de la superficie cultivada durante un periodo de referencia (a tanto por hectárea). Tal sistema, si bien posibilitó que muchas de las ayudas pasaran a darse directamente a los agricultores -como en el caso de los cítricos- también sirvió para consolidar la tradicional discriminación en el presupuesto comunitario de las producciones hortofrutícolas mediterráneas frente a las continentales. Esta filosofía de ayuda a la superficie, teniendo en consideración el carácter minifundista de la agricultura valenciana, es la que ha posibilitado que el campo sea el más discriminado en números absolutos o que un labrador de otra autonomía pueda recibir hasta seis veces más por hectárea que un valenciano.

Importancia económica

Si las ayudas fueran proporcionales a la importancia económica de la agricultura valenciana, éstas tendrían que multiplicarse hasta por siete, según AVA-Asaja. "Única?mente reclamamos que la ayuda pueda servirnos como compensación para competir con producciones mucho más baratas que, como la marroquí, ganan cuota de mercado practicando la competencia desleal", lamenta Aguado.

Las cotizaciones de los empleados agrarios crecen hasta un 137 %

La Unió de Llauradors denuncia el encarecimiento de los costes sociales en la contratación de los asalariados agrarios en la Comunitat Valenciana después de que el Congreso aprobara el proyecto de ley por el que se procede a integrar el Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (Reass) en el Régimen General, lo que supondrá el encarecimiento progresivo (hasta el 2031) en términos constantes de las cotizaciones sociales a cargo de los empresarios en la provincia de Alicante de un 36,7 % para los trabajadores fijos y de un 108,2 % para los trabajadores eventuales; en la provincia de Castelló, de un 44,3 % para los trabajadores fijos y de un 137,1 % para los eventuales, y en la provincia de Valencia, de un 44,9 % para los trabajadores fijos y de un 120,8 % para los eventuales.

La principal preocupación de La Unió en este tema es que los costes sociales al contratar a trabajadores en el campo son más elevados que la propia cosecha y eso obliga a los agricultores a dejar de producir en muchos casos. La Unió reclama al Senado que paralice este proyecto de ley. Los agricultores que necesitan contratar mano de obra asalariada para la recolección de sus cosechas u otras tareas tendrán que asumir nuevos incrementos de sus costes. j. l. z. valencia