¿Tiene tamaño suficiente el Banco de Sabadell para engullir la CAM sin atragantarse? Esa es la pregunta que durante la última semana ha sobrevolado las moquetas del sistema financiero español desde que se conoció que había quedado como único postor en la subasta organizada por el Banco de España.

La respuesta certera seguirá siendo una incógnita mientras la entidad que preside Josep Oliu no comience a hacer la digestión de la caja alicantina. Sin embargo, el diseño realizado por el organismo supervisor que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez para entregar la CAM a su nuevo dueño reduce con mucho las dudas sobre la viabilidad y solvencia del nuevo banco resultante, que ocupará el quinto lugar en la clasificación española por volumen de activos. Oliu habló ayer de que no existen "riesgos sustanciales en la adquisición".

La clave está en el saneamiento previo de la CAM con la compra de la antigua caja por parte del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) por importe de 5.249 millones de euros. Este dinero sale de las aportaciones que los bancos realizan en función de los depósitos que hayan captado en el mercado. El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes elevar esa aportación del 0,6 por mil (caso de los bancos) y el 1 por mil (para las cajas) al 2 por mil para todas las entidades españolas. En octubre el FGD tenía un patrimonio de 6.593 millones de euros, que el Gobierno espera elevar en 1.600 millones con la nueva regulación.

De esta forma, la operación Sabadell-CAM consumirá casi el 80 % del patrimonio actual el fondo. Y como el dinero sale de los bancos serán ellos los que asuman el coste de saneamiento de la CAM. Los 5.249 millones de euros servirán también para cubrir los 2.800 millones de euros que la antigua caja alicantina recibió el FROB. Al salir el dinero del FGD no computa como déficit público, pese a que el Estado responde en última instancia por el fondo. Es el principio de la creación de un banco malo. El siguiente de la lista puede ser el Banco de Valencia.

¿Ha habido castigo a la banca tras haber salido huyendo de la subasta? Puede que sí, aunque el catedrático de economía de la Universitat de València, Joaquín Maudos, considera que la estampida del resto de aspirantes se explica también por las exigencias de capital básico de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en las siglas en inglés).

El esquema de protección de activos (que cubrirá el 80 % de las pérdidas de los próximos diez años) y las garantías de liquidez permitirán al Sabadell una digestión todavía más cómoda de la CAM. El banco catalán, que ya ha absorbido otros bancos pequeños como el Atlántico, el Urquijo, Herrero o el Guipuzcoano, consigue ganar tamaño en un mercado cada vez menos competitivo y evita ser absorbido por un grande. Tras la absorción del Banco Pastor por parte del Popular, el Sabadell había quedado en una peligrosa tierra de nadie.

De esta forma, el Banco de España finiquitó ayer las especulaciones sobre la posibilidad de que la puja por la CAM quedase desierta por la ausencia de capacidad del Sabadell y cerró la vía a una venta por partes. El Banco de Valencia, que aparecía como segunda opción de la entidad catalana, requerirá ahora de otro comprador.