El consejo de administración de Bankia estudió ayer tarde varias fórmulas para canjear las participaciones preferentes emitidas por la entidad, que ya no computan como capital de primera calidad, por obligaciones o bonos convertibles en acciones, que sí son aceptados como capital por la Autoridad Bancaria Europea (ABE). Con esta medida, Bankia pretende, según explicó su presidente, Rodrigo Rato, alcanzar las nuevas exigencias de capital establecidas por la ABE, que llegan al 9 % y le suponen a la entidad captar 1.140 millones. La decisión definitiva se tomará en fechas próximas, según explicaron fuentes oficiales del banco.

Por otro lado, tal como estaba previsto, el consejo nombró al expresidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Francisco Pons, nuevo vicepresidente ejecutivo, un cargo en el que sucede a José Luis Olivas, presidente de Bancaja, quien dimitió el 21 de noviembre de esa responsabilidad y de la vicepresidencia de la matriz de Bankia, el Banco Financiero y de Ahorros (BFA). Esta segunda plaza queda vacante y como es a ella a la que va unida la competencia sobre las participadas del grupo, esta no corresponderá a Pons, quien ha sido designado tras un acuerdo entre AVE y Rato avalado por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. Pons también formará parte del comité de dirección de la entidad.

En su conferencia en la APD, Rato adelantó que Bankia tiene previsto destinar más de 7.100 millones en 2012 a la concesión de nuevos créditos a familias, empresas y pymes. En su análisis macroeconómico, el presidente de Bankia auguró una primera parte de 2012 de "estancamiento" y un conjunto del año "negativo". Negó que esté estudiando una fusión con otro banco -se habla de BBVA y Caixabank-, corroboró que los mercados financieros están cerrados, como muestran los depósitos que los bancos dejan en el BCE, y auguró que el crédito solo se abrirá cuando empiece a fluir la liquidez, pero que esta depende de la resolución de la crisis de la deuda. En este sentido, además de rechazar la salida del euro de algún país, se mostró crítico con los líderes europeos en el sentido de que "todos sabemos cuál es la solución" -citó un Tesoro europeo y la unidad fiscal- y "cuanto más tarden en llegar ahí, más tarde saldremos" del problema. En sintonía con la Ceca, Rato auguró que la morosidad subirá este año del 7,5 % actual al 8 %.