Nueva Rumasa desvió a un banco extranjero en Suiza parte del dinero obtenido de los inversores por la suscripción de pagarés, según figura en la querella que hoy ha presentado el exabogado de los Ruiz-Mateos Joaquín Yvancos, y a la que ha tenido acceso Efeagro.

Yvancos -que presenta la querella en representación de un grupo de inversores- asegura en ella que el envío de cantidades dinerarias desde las empresas del Grupo Nueva Rumasa a la entidad bancaria en Suiza "ha sido una constante que ha formado parte imprescindible de la actividad empresarial y comercial, del funcionamiento y de la estructura del Grupo a lo largo de los años".

Detalla, además, que en distintos bancos suizos se han depositado los importes obtenidos por las operaciones de compra y venta de las sociedades de las que el Grupo era titular en el extranjero y que se salvaron de la expropiación de la antigua Rumasa.

Precisa que en estas cuentas fueron depositadas las cantidades obtenidas por la venta de un viñedo en Argentina -valorado en unos 40 millones de euros-, los 30 millones de la venta de hoteles en Estados Unidos, los 35 millones de la enajenación de empresas de licores en Portugal y otros 50 millones por las de Holanda.

Según la querella, a estas cuentas de Suiza también se habrían desviado los importes logrados con la constitución de hipotecas sobre bienes de compañías del Grupo.

Se habrían producido, según Yvancos, con la "finalidad de financiar al Grupo y proporcionar la seguridad de que los fondos existentes en estas cuentas no habían de ser detectados por las autoridades españolas para la práctica de embargos o con la finalidad de eludir controles de carácter tributario".

En el texto afirma que en la práctica comercial de Nueva Rumasa ha sido muy frecuente la adquisición de hoteles y otros inmuebles, con el objetivo de gravarlos con préstamos hipotecarios diversos, y no para explotarlos empresarialmente.

Por este motivo, argumenta, se compraban inmuebles que no tuvieran incorporadas cargas o gravámenes, y al poco tiempo de su compraventa por parte de la familia Ruiz-Mateos se constituían tales préstamos, que en muchos casos se producían "por importes superiores al valor de los propios activos".

Añade que, una vez efectuado el préstamo, la cantidad obtenida se transfería a las cuentas del banco en Suiza, sin que pasara a formar parte de los activos dinerarios de la propia sociedad titular del préstamo.