Era la señal esperada y Banesto no defraudó. El ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció la semana pasada que las entidades financieras deberán sanear sus balances de la exposición tóxica a los activos inmobiliarios con provisiones contra beneficios por valor de 50.000 millones. Banesto, el banco controlado por el Santander, abrió ayer la temporada de presentación de resultados de la banca española y comunicó que ha sacrificado gran parte de su beneficio neto para realizar provisiones adicionales de 400 millones de euros y anticiparse a un empeoramiento del sector inmobiliario. El presidente de la entidad financiera, Antonio Basagoiti, dejó claro que esta decisión, que hace caer la ganancia neta anual en un 73 % y la sitúa en 125 millones, es «muy reciente» pero matizó que no obedece a ninguna indicación del nuevo Gobierno, sino a la prudencia. No obstante, el consejero delegado de Banesto, José García Cantera, afirmó, en referencia a los citados 50.000 millones, que «alcanzar los niveles de provisiones requeridos se tiene que hacer lo mas rápido posible para contar con un sistema financiero solvente y rentable», con entidades competitivas y sólidas que puedan dar servicio a las demandas de la sociedad.

Tras el paso dado por Banesto, los próximos días serán claves para conocer si el resto de entidades financieras del país se anticipan a los designios del Ejecutivo, una decisión difícil si tenemos en cuenta que el reparto de dividendos es un mantra en el sector y que en función de los mismos surge parte del salario de los directivos.

Bankia suelta lastre

Ayer, Bankia también informó de las acciones emprendidas en 2011 para reducir su cartera inmobiliaria. La entidad participada por Bancaja vendió el año pasado más de 4.500 activos inmobiliarios, una cifra que asciende a 5.100 si se incluyen los alquileres cerrados durante el ejercicio, por un valor total de unos 850 millones de euros, informó la entidad en un comunicado.

En concreto, de este total de activos comercializados en 2011, un 70 % corresponde a viviendas, garajes y locales y un 30 % a suelos. Bankia destacó el hecho de haber vendido más de 250 millones de euros en suelo, «ya que son los activos que más difícil venta están teniendo durante la actual crisis económico-financiera».