La conselleria de Educación, Formación y Empleo, a través del Servef, adjudicó el pasado mes de diciembre a una firma privada el servicio de seguimiento y evaluación de las iniciativas de formación continua durante 2012 por un montante de 372.732,5 euros, cantidad que recaerá en manos de una pequeña consultora son sede social en Murcia. Esta mercantil se encargará de controlar parte de los fondos de formación continua —impartida a trabajadores ocupados— canalizados por la conselleria y que pueden alcanzar los 50 millones de euros hasta final del ejercicio si se suman las subvenciones gestionadas por la patronal y sindicatos, así como los recibidos popr otras entidades colaboradoras de la administración y empresas.

La cesión a manos privadas de este contrato a la «oferta más ventajosa», según la conselleria, contrasta con la estructura orgánica del Servicio Valenciano de Empleo y Formación, con 1.100 empleados, direcciones territoriales en las tres capitales de provincia y 58 oficinas (compartidas con el Servicio Estatal de Empleo, el antiguo INEM) repartidas a lo largo y ancho de la Comunitat. El Consell tramitó esta licitación a través de un procedimiento abierto, por 394.850 euros, que finalmente ha logrado reducir su coste económico más de un 20 % tras la oferta presentada por el Instituto de Consultoría y Formación S.L.L, compañía con experiencia en el sector aunque con sólo una persona en su plantilla: su administradora única. Para acometer el servicio que ahora el Servef deja en sus manos deberá contratar a técnicos y poder así controlar los cursos de formación continua.

Mayor control

La realización de «trabajos de seguimiento y evaluación de las iniciativas de formación continua» en manos de una firma externa se produce en medio de los planes de ajustes en las administraciones públicas dependientes de la Generalitat. El Servef, con un presupuesto global de 454 millones para 2012 (frente a los 555 millones del año anterior), de los que 164 son fondos propios, ha puesto en marcha programas de recortes que parecen no afectar a algunas firmas subcontratadas. Desde hace una década vigila de cerca la gestión de los cursos de formación continua —también de ocupacional, dirigida a parados— tras las irregularidades detectadas en la década de los noventa en subvenciones a la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y UGT, expedientes que acabaron en los tribunales y cuyas cantidades no justificadas tuvieron que devolver.

Pérdida de recursos

El aprovechamiento de la formación continua no pasa en la actualidad por su mejor momento en la C. Valenciana. Según la fundación Equipo Humano, sólo el 25 % de las empresas de la autonomía solicitan planes de formación para sus trabajadores, lo que ha reducido las aportaciones de de la Fundación Tripartita —controlada por el Gobierno, sindicatos y patronal— y se han dejado de utilizar 14 millones de euros.

La escasa solicitud de cursos tiene que ver sobre todo con el «desconocimiento y la dejadez de la empresas», según fuentes de la fundación Equipo Humano. En 2010 fueron más de 17 millones de euros los que se quedaron sin asignar y únicamente el 20,4 % de las empresas (en concreto 71.883 firmas, de un total de 352.000) solicitó formación bonificada. Ese año se destinaron más de 62 millones, de los cuales las empresas sólo utilizaron unos 45 para formar a su personal. Estas subvenciones proceden del Fondo Social Europeo, un programa de Bruselas donde España figura como uno de los principales países beneficiados por la UE.

Apuntarse al paro por Internet

La consellera Maria José Catalá anunció ayer en Castelló la próxima puesta en marcha de un modelo de Servef más próximo a las empresas y a los desempleados. La conselleria quiere que los responsables de las oficinas visiten las empresas para ofrecer los servicios del organismo público para detectar las necesidades del mercado y, por tanto, mejorar los programas de formación y conseguir una mejor cualificación de los demandantes de empleo. Otro eje de actuación será agilizar contrataciones al ampliar la opciones de inscripción a través de internet, así como la gestión de espera o la cita previa. Eso liberará recursos humanos de las sedes del Servef para dedicarse a otras tareas, como el asesoramiento personal a desempleados.