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?¿Ha tenido algún efecto el proceso de reestructuración de la entidad en su negocio valenciano?
En el último año, nuestra obsesión ha sido el cliente. Los resultados, sin ser espectaculares, han sido satisfactorios. Hemos crecido un 15 % en lo que es ahorro a plazo fijo en el conjunto de la entidad. En la Comunitat Valenciana, hemos subido en depósitos un 5,7 %, cuando la media del sector ha sido de un 1 %. Tenemos 70 oficinas, 150.000 clientes y un volumen de negocio de 6.500 millones.
La guerra del pasivo ha sido inmisericorde.
Todas las entidades hemos hecho lo mismo en ese sentido en 2011. Así que está todo muy igualado. De todas formas, nosotros, más que en el plazo fijo, hemos apostado por lo que llamamos Gestión 10, que implica que cada cliente tenga asignado un gestor para darle un trato lo más preferencial que sea posible.
¿La nacionalización de un 90 % del capital de CatalunyaCaixa por parte del Banco de España ha tenido algún efecto sobre la gestión?.
Ninguna incidencia.
¿Y el futuro?.
Cada día nos adjudican a una entidad distinta, que si el BBVA, que si las cajas vascas, pero no son más que rumores. Desde luego, va a haber movimientos a corto plazo. Es la pretensión del Gobierno. Pero no sabemos cuándo ni con quién. Podemos seguir solos, con la participación del FROB. Tenemos un año máximo por delante para ver quién se queda ese 90 %.
¿Habrá interés en el mercado?.
Hay una gran diferencia entre nosotros y la CAM o el Banco de Valencia. Entre otros motivos, porque somos la entidad que el año pasado se desprendió de un mayor número de inmuebles. Concretamente, fueron 600 en la Comunitat Valenciana, entre vendidos y alquilados.
¿Cuáles son sus relaciones financieras con el Consell de la Generalitat?
Prácticamente, no tenemos ninguna relación en cuanto a negocio. Nuestra cuota de financiación pública no llega al 1 % del total.
