Las cifras del déficit se han convertido en una maldición para el Gobierno de Mariano Rajoy por partida doble. Por un lado por las dificultades que entrañan los planes de recortes para cumplir con el objetivo marcado por Bruselas y por otro, por las graves contradicciones públicas de los miembros de su gabinete, en las que siempre ocupa un lugar destacado el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro.

La vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, se vió obligada ayer a corregir a Montoro, que en unas declaraciones al diario alemán Financial Times Deutschland (FTD) indicaba que no podía asegurar que España cumpliera con la meta de reducir el déficit al 4,4 % del Producto Interior Bruto (PIB) en 2012 ante la amenaza de una nueva recesión, si bién subrayó que "sería deseable y bueno cumplirlo".

Montoro fue más allá y comentó que esa cifra se basaba en pronósticos "anticuados" del anterior Gobierno que tenía previsto un crecimiento del PIB del 2,3 % en 2012, señalando que en todo caso el propósito del Ejecutivo de Rajoy es reducir lo antes posible el déficit presupuestario para alcanzar los criterios del pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE. Las declaraciones de Cristobal Montoro, además, coincidieron con un importante repunte de la prima de riesgo de la deuda española, que tras el cierre del jueves en 337 puntos, remontó hasta los 364 a primeras horas de la mañana, en principio atribuidos a un ajuste técnico, pero que provocaron la declaración de un portavoz del ministerio de Hacienda, que precisó que el Ejecutivo "es consciente de que la situación económica es complicada", pero que "el objetivo de reducción del déficit público es ineludible y se mantiene en los términos previstos". Una corrección que no desmentía las palabras de Montoro.

Sin embargo, fue la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la que quiso dejar meridianamente claro que el Gobierno mantiene su compromiso de reducir el déficit público al 4,4 % del PIB en 2012, una meta en la que se pondrá el "mayor rigor y esfuerzo, acometiendo reformas adicionales para lograrlo si fuera necesario" y recalcó que que "toda la tarea del Gobierno está encaminada a crear empleo y que para ello se necesita cumplir con la reducción del déficit y hacer reformas".

Un desmentido en toda regla al ministro de Hacienda, que ya a principios de enero había protagonizado otra polémica con sus compañeros de Economía, Luís de Guindos, y de Interior, Jorge Fernández Díaz, en relación con la cifra de déficit al cierre de 2011.

Las declaraciones de Montoro cuestionando el cumplimiento del objetivo de déficit se han producido en un momento especialmente delicado, con las agencias de evaluación de riesgo amenazando con bajar la calificación de la deuda española, como consecuencia de los incumplimientos contables de las comunidades autónomas y la previsible desviación de dos puntos sobre el objetivo de déficit de 2011.

La vicepresidenta del Gobierno, por su parte, prefirió eludir el enfrentamiento con las agencias de calificación que ayer, a través de Fitch, dieron un respiro a España tras la avalancha de críticas del pasado jueves. Fitch Ratings, consideró ayer "positivas" las medidas del Gobierno para aliviar sus problemas de liquidez a los que se enfrentan las comunidades autónomas.

Sáenz de Santamaría, por su parte, indicó que "las agencias hacen su trabajo como mejor creen conveniente, pero este Gobierno está atento a la respuesta real y a la calificación que hace el mercado en cada momento en que buscamos hacer una colocación", refiriéndose a los resultados de la última subasta del Tesoro, que ignoró las recomendaciones de las agencias.

"España no espera ayudas de sus socios, sino sensibilidad"

El ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, en sus declaraciones al periódico alemán Financial Times Deutschland, pone de manifiesto que con una recesión a la vuelta de la esquina , este año va a ser "difícil, excepcional". El titular de Hacienda precisa que el Ejecutivo español no espera ayudas de sus socios europeos, sino sensibilidad para la difícil situación por la que está atravesando España, refiriéndose a un hipotético incumplimiento del objetivo de déficit. De hecho, Cristobal Montoro recuerda que las dos grandes potencias europeas, Alemania y Francia, ya vulneraron el Pacto de Estabilidad en el año 2003. El ministro de Economía, en su entrevista, insiste en los esfuerzos realizados por el Gobierno con los últimos recortes.