El Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex) podría ver reducida su infraestructura más todavía si fructifican las negociaciones que mantiene la Conselleria de Economía, que ahora dirige Máximo Buch, con el Ministerio de Exteriores. Su titular José Manuel García Margallo ofreció a las autonomías la posibilidad de utilizar los locales de las embajadas españolas para ubicar sus servicios y delegaciones de apoyo a la internacionalización de las empresas.

El Consell cogió el guante de la mano del anterior conseller de Economía, Enrique Verdeguer -exdirector del ICEX-, y estima que podría reducir en 1,3 millones de euros los gastos de funcionamiento del IVEX. Hasta ahora, el plan de ajuste lanzado por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se ha cobrado cinco oficinas. El anterior conseller de Economía anunció que cerrará las delegaciones del IVEX de Toronto y Beijing cuyas actividades serán llevadas a cabo por proximidad geográfica por Chicago y Shangai y Guangzhou respectivamente. También se van a cerrar las oficinas de La Habana, Buenos Aires y Tokio. En estos casos, y con el objetivo de que las demandas de las empresas valencianas sean satisfechas, se intensificará la colaboración con el ICEX.

Encima de la mesa está ahora la posibilidad de utilizar las sedes diplomáticas en otras capitales del mundo para reducir más costes. Sin embargo, la transformación no es tan fácil. El nuevo responsable del IVEX, a la vez director general de Internacionalización, Daniel Marco, se está encontrando con algunas sorpresas a la hora de redefinir la red. El IVEX como tal apenas cuenta con propiedades inmobiliarias. Su balance presenta un inmovilizado material de apenas 105.000 euros. En algunos casos los contratos de arrendamiento suscritos en los países de destino complican el abandono de los locales y oficinas al menos en el corto plazo, debido a las cláusulas pactadas en su momento. A ello hay que sumar que no en todos los destinos del instituto hay locales diplomáticos en los que integrar los servicios de promoción internacional, según admiten fuentes del Consell.

Además el instituto no siempre se apoya en personal propio. Su presupuesto para 2012 recoge algo más de cinco millones de euros en servicios exteriores, que incluye los contratos de prestación de servicios con agentes privados instalados en los destinos elegidos por el IVEX para desarrollar el apoyo a los empresarios valencianos. El modelo de contratación externa ha ido perdiendo peso en la forma de funcionar del instituto pero sigue existiendo. En 2011 el presupuesto para servicios exteriores era de 8,5 millones de euros.

En la conselleria de Economía se tiene claro que es necesario optimizar la estructura del IVEX y ve con buenos ojos la propuesta de Margallo. Los presupuestos del instituto para 2012 recogen claramente entre sus objetivos "la adecuación de la red exterior a las nuevas necesidades". "En 2012 acometeremos una importante reestructuración de nuestra infraestructura en el exterior. Esto implicará el cierre de oficinas y una estructura más flexible, menos costosa y mejor adaptada al nuevo escenario internacional", reza la memoria presupuestaria.