El primer ministro italiano, Mario Monti, y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quieren doblar, hasta el billón de euros, la capacidad del fondo de rescate permanente europeo, el MEDE. Ambos italianos, al parecer con el apoyo de Francia, España y Portugal, consideran que esta medida, a la que se opone Alemania, devolvería la confianza en la Unión Económica y Monetaria (UEM) y reduciría las primas de riesgo de los bonos soberanos.

Draghi ha propuesto que el Mecanismo Europeo de Estabilización (MEDE), que empezará a funcionar a mediados de este año, incluya los recursos financieros que no se hayan consumido del fondo de rescate temporal, el Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF). Así, de los 500.000 millones de euros comprometidos hasta la fecha para el MEDE, se pasaría a cerca de 750.000 millones de euros.

El resto del dinero para alcanzar el billón de euros propuesto por Monti y Draghi debería provenir, aparentemente, de nuevas aportaciones nacionales, lo que afecta principalmente a Alemania.