La asistencia a cursos de formación ocupacional supone una tarea cada vez más compleja para los parados de la Comunitat Valenciana registrados en las oficinas de los servicios públicos de Empleo del Consell (antiguo INEM), que al finalizar diciembre de 2011 concluyeron con una abultada cifra de 535.036 personas, la tercera mayor subida de España, tras crecer en 33.721 desempleados en el conjunto del año. Los impagos de cursos de formación por parte del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef) —tanto a sindicatos y patronales, como a centros colaboradores— y la falta de publicación de las órdenes del Consell para comenzar a adjudicar la formación perjudican gravemente la situación de la población desocupada valenciana, alrededor de un 24 %de los activos. Los colectivos con mayor riesgo de exclusión social son los parados de larga duración, jóvenes y los trabajadores menos cualificados.

El Gobierno prolongará medio año más el Plan Prepara —finaliza el 15 de febrero—, es decir la subvención de 400 euros para los desempleados que hayan agotado sus prestaciones, carezcan de rentas y participen en programas de formación. Sin embargo, la asistencia a los cursos de formación por parte de este colectivo y de otros, según aseguran fuentes sindicales y de academias privadas, resulta una labor cada vez más complicada debido a la escasa oferta.

Para obtener la ayuda de los cuatrocientos euros —que tendrá un coste global de 300 millones de euros al Estado y beneficiará a unos 12.500 valencianos en los próximos seis meses, según el Gobierno central— hay que presentar una solicitud en el Servef, que se encarga de realizar un seguimiento de ofertas, entrevistas personales y marcar un itinerario profesional. Hasta ahí llegan las oficinas de empleo de la Generalitat y sus centros colaboradores, otra cosa es la participación de los parados en los cursos de formación ocupacional, cuya amplia mayoría no puede iniciarlos ante la falta de organización del Servef, según aseguran fuentes del sector consultadas por este diario.

Falta de coordinación

Los planes de formación para los perceptores de los 400 euros fue un sistema que implantó el anterior Ejecutivo socialista y ha beneficiado a unos 20.000 desempleados de la Comunitat Valenciana hasta el año 2011. Sin embargo, la participación en los cursos de formación en los primeros meses de cada ejercicio, dado el retraso en su adjudicación —los centros privados no pueden iniciar los programas hasta mayo o junio por causas burocráticas—, impide que gran parte de los desempleados tengan acceso a estos programas para la mejora de la cualificación laboral.

Los sindicatos mayoritarios (UGT y CC OO) y la patronal Cierval, que firman convenios con el Consell, tienen más facilidad para impartir aquellas acciones formativas, si bien también han renunciado a muchos de estos planes debido a que aún no han cobrado los de los años 2010 y 2011. De este modo, la oferta también se reduce en el conjunto del sector de la formación en la Comunitat Valenciana.

Otro de los aspectos que influye en la escasa oferta es la falta de colaboración entre el Servef y el SEPE, a través de las subcomisiones de prestaciones, empleo y formación, que perjudica de lleno al servicio ofrecido a los desempleados valencianos, lamentaba ayer un funcionario de una oficina de Empleo.

Algunos trabajadores del Servef-INEM en la Comunitat Valenciana advierten ya de la creciente acumulación de ciudadanos en las oficinas del paro que preguntan con insistencia por las nuevas ayudas. En las próximas semanas se prevé un incremento de las colas a medida que los afectados agoten sus prestaciones. Los programas de ayudas de 400 euros con curso de formación incluida empezaron a aplicarse en 2009 y aunque su duración inicial era de seis meses se prorrogaron por la gravedad de la crisis y la falta de ofertas de trabajo. Según las estimaciones realizadas por el INEM, alrededor de un 47 % de los parados encontró empleo antes de que terminar el período de subvención durante los primeros tiempos de aplicación del plan.