La Encuesta de Población Activa (EPA) conocida ayer constató la gravedad de la crisis más allá de otros análisis macroeconómicos al indicar que el mercado laboral ha sufrido otro duro varapalo durante el cuarto trimestre. El paro afecta ya a un total de 641.300 valencianos -el 25,45 % de los trabajadores- mientras que en el conjunto de España se rozan los 5,3 millones de desocupados, cien mil menos de los avanzados ayer por el ministro Cristóbal Montoro. Las cifras son demoledoras porque en un año se han destruido 65.000 empleos la Comunitat Valenciana, o lo que es lo mismo: siete cada hora.

España supera por primera vez desde 1995 la barrera psicológica de los cinco millones de parados y la autonomía se mantiene por encima de las 600.000 personas que no encuentran ocupación dada la escasa oferta de trabajo desde el inicio de una crisis. Serefleja por tanto otro punto de giro al entrar en un período de recesión de consecuencias nefastas en el plano laboral. Los datos del cuatro trimestre de la EPA, según indica el Instituto Nacional de Estadística (INE), avalan también un notable desánimo en todos los sectores de actividad porque -con la excepción de agricultura, que aumenta el empleo- servicios, construcción e industria engrosaron la lista del paro en toda España. De hecho, los servicios son los responsables del 68 % del empleo perdido, seguido por la construcción (21 %) y la industria (11 %) en los últimos meses.

La Comunitat Valenciana se anota no obstante un dato positivo a lo largo del cuarto trimestre de 2011, pues fue una de las que más activos incorporó al mercado laboral (23.700 personas) y es la autonomía que menos empleo ha destruido de toda España . Sea como fuere, Castelló y Alicante elevan su tasa de paro hasta el 26 %, una de las más altas de España.

Sector público

Otra variable clave que define la precariedad del mercado laboral es la tasa de paro de larga duración (es decir, aquellos con más de un año buscando empleo). Estos ya superan el 50 %. Además, en medio de los recortes y ajustes en las administraciones, el cuarto trimestre de 2011 indica una destrucción de empleo de 84.500 puestos en el conjunto de la función pública de España. Esto se debe tanto a la destrucción de empleo asalariado temporal como de indefinida, según indica un informe de la patronal Agett, que se reparte a partes iguales.

El ámbito público cuenta con un total de 3.136.100 asalariados, lo que supone la creación de 204.000 puestos de trabajo desde que comenzó la crisis económica, a finales de 2007. Por su parte, el sector privado aglutina la mayor destrucción de empleo con 265.700 puestos menos. Y lo peor para el desempleo es que, según algunos expertos, lo peor no ha llegado aún. España rondará a lo largo de este año los 5,5 millones de parados, una cifra sin precedentes, según fuentes empresariales, donde coinciden en que no se creará empleo neto al menos hasta 2013. Por eso cada vez son más los expertos económicos reclaman una urgente reforma laboral, más allá de los acuerdos en negociación colectiva alcanzados recientemente por los agentes sociales, que permita frenar la sangría del paro. El propio Gobierno reconoce que este ejercicio será nefasto para crear puestos de trabajo.