La necesidad de reducir el déficit presupuestario llevó ayer al Gobierno de Mariano Rajoy a apuntillar aún más si cabe al sector de las energías renovables. El ministro de Industria, José Manuel Soria, anunció la suspensión temporal de los incentivos económicos para nuevas instalaciones de energía eléctrica obtenida a partir de fuentes renovables, cogeneración y residuos. Además, Industria paralizará los procedimientos de preasignación de nuevas plantas, que se quedarán también sin primas. La suspensión afectará a las tecnologías relacionadas con la energía eólica, solar fotovoltaica, termosolar, cogeneración, biomasa, biogás, minihidráulica y residuos.

Según explicó Soria, la medida tiene como objetivo frenar la generación del déficit de tarifa, que surge porque los ingresos del sistema son insuficientes para cubrir los costes. Este desajuste ya supera los 24.000 millones y corre el riesgo de ser un problema financiero a un ritmo anual de crecimiento de entre 3.000 y 4.000 millones, según el ministro. A la vez, el Gobierno pretende con la suspensión contribuir a la reducción del déficit público. "Mantener el actual sistema de retribución no es compatible con la situación actual de crisis económica y de descenso de la demanda, por lo que, mientras se reforma el sistema y se avanza hacia un marco retributivo renovable que promueva una asignación eficiente de recursos, se procede a paralizar temporalmente el sistema retributivo", afirmaba la nota presenta emitida ayer por el Gobierno tras la aprobación del nuevo Real Decreto por el Consejo de Ministros.

La suspensión no afectará a las instalaciones ya en marcha, a las primas ya autorizadas ni tampoco a las plantas ya inscritas en los registros de preasignación. Respecto a las plantas en trámite podrán desistir de su solicitud e Industria les devolverá los avales presentados.

La decisión se suma a los recortes en las primas que ya aprobó el anterior Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Entonces, las asociaciones y plataformas de renovables acusaron al Ejecutivo de dinamitar al sector y segar el futuro de la industria. Las empresas fotovoltaicas fueron las que más se movilizaron. Recurrieron en los tribunales los decretos de Miguel Sebastián y alertaron de la destrucción de empleo. Ayer, la Asociación de la Industria Fotovoltaica advirtió de que la nueva suspensión supondrá la destrucción de "cientos de miles de empleos". Su portavoz Tomás Díaz calificó la medida de "sorprendente, injusta, innecesaria e incomprensible".

La Unión Española Fotovoltaica (Unef) recibió con "sorpresa" la "moratoria renovable" y advirtió de que agravará la situación del sector en España. Protermosolar (industria termosolar) señaló que Soria ha cometido "un error". "Las renovables no contribuyen al déficit público, sino al contrario. Crean empleo y contribuyen al PIB en un momento en que el país necesita generar actividad".

Ecologista en Acción, Greenpeace y Amigos de la Tierra criticaron que las renovables paguen el problema del déficit de tarifa y criticaron la apuesta nuclear del Gobierno.