La última oleada de la Encuesta de Población Activa (EPA) hecha pública el pasado 27 de enero -que cifra en cerca de 5,3 millones de ciudadanos el dato nacional de desempleo, 641.300 parados en la C. Valenciana- se ha convertido en una fidedigna radiografía de la profunda situación de crisis económica que se vive en la actualidad. Mucho ha llovido desde el desplome de Lehman Brothers en 2008, peros sus efectos aún perduran.

Los datos avalan el posible ensanchamiento de la brecha salarial y el acercamiento del ciudadano medio al umbral de pobreza, ya que más de 300.000 valencianos (46% del total) son parados de larga duración. Hablamos de personas que perdieron su trabajo hace más de un año y que poco a poco agotan todas las prestaciones por desempleo.

Por provincias, Alicante registra la tasa más alta de parados de larga duración, con un 46%. En Castelló llega hasta el 23% y en Valencia la cota se sitúa en un 31%. Por sexos, el registro de desempleo estacional alcance el 24% en el caso de los hombres y el 21% entre las trabajadores.

El 6 % nunca ha tenido trabajo

Tampoco hay que olvidar que la tasa de parados sin experiencia laboral previa llega hasta el 6%, lo que atestigua que más de 33.000 valencianos no ha tenido nunca un trabajo. Y no disponen de ninguna línea de financiación propia. Salvador Roig (CC OO) apuntó que "los datos avalan que en un porcentaje amplio, los ciudadanos valencianos que se encuentran desempleados llevan mucho tiempo sin poder arreglar su situación personal y agotan sus subsidios". La primera ayuda que recibe un parado es la prestación contributiva. Después viene una asignación -antes de 426 euros, ahora de 400- y luego la renta básica de ciudadanía. Las dos primeras las gestiona el Instituto Nacional de Empleo (INEM). La tercera es responsabilidad de las comunidades autónomas. Roig expuso que "en la Comunitat Valenciana la tramitación de la ayuda se está alargando entre 12 y 18 meses; hablamos de gente que no tiene otra línea de ingresos y que encima deben esperar más de un año para que lleguen las ayudas".

Roig también alertó de la existencia de más de 100.000 hogares sin ingresos: "todas las cifras están relacionadas y trazan un panorama muy negro". Por último, el representante sindical criticó los recientes planes de ajuste del Consell: "recortar lo único que hace es perjudicar una situación mala de por sí, los ajustes no ayudan a arreglar la situación, sino todo lo contrario".