La inmediata consecuencia de la suspensión de actividad de Spanair desde el recinto de Manises es que Valencia se queda sin ruta aérea con Barcelona, uno de los principales aeropuertos para buscar conexiones con rutas internacionales en Europa o países de otros continentes desde los que no existen líneas directas con Manises. A partir de ahora los viajeros a Barcelona tendrán que trasladarse en transporte terrestres.

Spanair también contaba con un vuelo diario con Madrid, donde la firma valenciana de aviación regional Air Nostrum se quedará, al menos por el momento, como la única compañía con viajes hasta Barajas desde Manises. Y el recinto valenciano también pierde el avión semanal con Argel. Por otro lado, AENA ha recibido 220 reclamaciones en el aeropuerto de Manises desde la tarde del pasado viernes por la suspensión de vuelos de Spanair, que hasta entonces tenía programados tres vuelos con origen y destino en Valencia. Algunos de los pasajeros afectados por la suspensión de vuelos de Spanair negocian todavía el uso de otro medio de transporte mientras exigen la devolución del dinero de sus billetes. Varios clientes de Spanair han reclamado a la propia empresa así como ante la Agencia de Seguridad Aérea (AESA).