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La adjudicación de la CAM al Banco Sabadell empieza a dar sus frutos y ha conseguido que la entidad alicantina vuelva a contar con el favor de los inversores, aunque para ello necesite todavía el respaldo del Gobierno. Tras casi dos años sin poder colocar ni una sola emisión en los mercados -lo que obligó al FROB a concederle un crédito de 3.000 millones en julio del año pasado y convirtió a la caja en una "adicta" a las subastas del Banco Central Europeo (BCE)-, la CAM sorprendió ayer al adjudicar en las plazas europeas 1.200 millones de euros en bonos a cinco años avalados por el Estado.
La operación resultó todo un éxito y las entidades colocadoras recibieron solicitudes por más del doble del importe que salió a la venta, lo que permitió rebajar ligeramente el interés pagado. En concreto, si en un principio la rentabilidad prevista era de un 1 % sobre la referencia del Tesoro Público para las emisiones a este plazo (del 3,50 %), al final el diferencial se situó en el 0,90 %.
