En la mejor jornada bursátil del año, en la que el Íbex 35 se apuntó una ganancia del 2,4 %, Bankia registró su peor comportamiento y perdió la barrera psicológica de los tres euros por acción tras varias sesiones luchando por mantenerla. El impacto del canje de participaciones preferentes y, sobre todo, el anuncio de CaixaBank de que estudia la absorción de Banca Cívica, son, según los expertos, los motivos que están detrás del hundimiento de la cotización del banco participado por Bancaja. Y es que la trayectoria bursátil de Bankia ayer fue más bien calamitosa, hasta el punto de que marcó su peor registro histórico, al cotizar a 2,863 euros, con un descenso del 4,5 %. Pese a todo, en el tramo final de la jornada, consiguió remontar y cerró en 2,955 euros (0,045 menos respecto a los 3 de la apertura) tras dejarse un 1,5 % en una jornada en la que se movieron más de 6,3 millones de acciones. La capitalización de la entidad acabó en 5.119 millones de euros, pero hubo un momento en la jornada en que bajó de los 5.000.

Ayer por la mañana, CaixaBank y Banca Cívica anunciaron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que el primero está auditando a la segunda, integrada por Caja Navarra, Cajasol, Caja Burgos y Caja General de Canarias, con el propósito de absorberla, si bien las dos entidades precisaron que el proyecto solo se encuentra en fase de estudio. No obstante, este movimiento de La Caixa aleja de manera ostensible la opción de que se fusione con Bankia y ello, según diversos expertos, como el exdirector general de la Bolsa de Valencia y presidente de la gestora de patrimonios Ética Family Office, Francisco Álvarez, habría incitado a los accionistas del banco presidido por Rodrigo Rato a desprenderse de sus títulos.

Como afirmaba ayer un experto citado por Cinco Días, Bankia "es un valor demasiado grande, demasiado débil, que todo el mundo quiere casar con alguien, pero nadie quiere casarse con él". El principal casamentero es el Gobierno, por los problemas que intuye que tendrá la entidad para cumplir las nuevas exigencias, pero el tamaño de Bankia -y sus dificultades- apenas le deja margen más que para unirse con otra de las grandes entidades del país. BBVA ya se ha quedado con Unnim. La operación con La Caixa fue desechada por Rato y parece difícil que vuelva a ponerse encima de la mesa si la catalana se queda con Cívica. Solo quedaría el Santander. Claro que Ibercaja, que acaba de absorber a Caja 3, también estudia seriamente su fusión con Cívica, motivo por el cual no se puede dar por segura la opción de La Caixa.