Una multitudinaria manifestación, con 250.000 personas según los sindicatos convocantes, ha recorrido las calles del centro de Valencia para exigir la retirada de la reforma laboral aprobada por el Gobierno, al que se acusa de "Querer acabar con todo", según el lema de la convocatoria.

Desde media hora antes del comienzo de la misma miles de personas ya se concentraban en las inmediaciones del lugar de inicio de la manifestación. Banderas y petos de Comisiones Obreras y UGT destacan en la cabecera de la manifestación, que está presidida por una gran pancarta con el lema de la convocatoria, y que tiene que discurrir por la calle Colón, principal zona comercial de Valencia, hasta la Alameda. Varios furgones de la Policía están situados junto a la cabecera de la manifestación, en la calle Xàtiva, y también en las inmediaciones de la calle Russafa.

El secretario general de CCOO PV, Francisco Molina, ha destacado la "contundencia" del seguimiento del paro y la ausencia de incidentes durante la jornada, y ha afirmado que la huelga de hoy es "una muestra del ridículo que hacen aquellos que pretenden convertirla en un acto de confrontación".

"El Gobierno de Mariano Rajoy lleva cien días pero está tan desgastado que parece que está acabando la legislatura", según ha declarado Molina a los periodistas. En referencia a la Generalitat, Molina ha advertido: "la dificultad económica es un peligro, pero un Consell intervenido es un peligro mayor".

El secretario general de UGT PV, Conrado Hernández, ha manifestado que la huelga "supone un toque de atención muy importante para el Gobierno porque la solución a la crisis económica pasa por el consenso y el compromiso social y no por la imposición". "No puede ser que siempre paguemos los mismos", ha añadido Hernández, para quien la huelga de hoy es "una demostración pública de que se puede decir no al Gobierno". La manifestación es, según Hernández, "un gran colofón a un gran día de democracia y un acto necesario contra un mecanismo que solo provoca retrocesos sociales".

PIDEN LA DIMISIÓN DE DE LEÓN

Los participantes en la manifestación han parado ante la sede de la delegación del Gobierno para pedir la dimisión de su titular, Paula Sánchez de León, tras los incidentes entre Policía y estudiantes que se registraron el mes pasado.

El acceso a la sede de la Delegación de Gobierno está vallado y custodiado por dos unidades de la Policía Nacional, y en su interior ofrece una rueda de prensa Sánchez de León para ofrecer los últimos datos sobre el seguimiento de la jornada de huelga. La protesta se ha desarrollado sin incidentes y la manifestación avanza tras esta parada por la calle Colón, donde la mayoría de los comercios permanecen cerrados al paso de la marcha, a excepción de los grandes almacenes, que están custodiados por la Policía Nacional.

FINAL Y GENTE SIN SALIR

Pasadas las 20 horas se leía el manifiesto sindical al final de la manifestación, en la Alameda, mientras que en la calle Xàtiva aún había ciudadanos que iniciaban su participación en la marcha.

La protesta, que ha transcurrido sin ningún incidente relevante y entre cánticos reivindicativos, ha concluido con la lectura de un manifiesto que denuncia que la reforma laboral "supone una radical transformación del mercado de trabajo y un duro golpe a los derechos de los trabajadores".

LA BATALLA SINDICAL SEGUIRÁ

En este sentido, los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, aseguraron que «tenían razón y un gran respaldo» al exigir que la reforma laboral sea modificada «en profundidad», algo que, según dijeron, se ha demostrado durante la jornada de huelga de ayer y que incluso se ha acrecentado con la participación «masiva y mayoritaria» de los trabajadores en el paro general. Toxo y Méndez insistieron en que los sindicatos siguen abiertos al diálogo y esperan que la participación masiva en la huelga sea la «señal» que el Gobierno estaba esperando para sentarse a negociar. En todo caso, avisaron de que «no piensan parar» hasta que se produzca una modificación sustancial de la reforma laboral. De lo contrario, avisaron, el conflicto social irá creciendo, sin descartar una nueva huelga general. «El Gobierno debería prestar atención a lo que opina una buena parte de la ciudadanía de este país. No lo ha hecho con las manifestaciones muy importantes que se llevaron a cabo el 19 (de febrero) y el 11 (de marzo) y ha forzado la convocatoria de la huelga. Espero que esto sea suficiente y que el Gobierno entre en razón y escuche esta demanda de la población trabajadora», manifestó Toxo.