La canciller alemana, Angela Merkel, declaró hoy que la rebaja de calificación de nueve países de la eurozona, entre ellos Francia, Italia y España, por parte de Standard & Poor's (S&P) aumenta la presión para lograr cuanto antes una mayor solidez en los presupuestos nacionales.

"Ahora estamos obligados a implementar rápidamente el pacto fiscal", afirmó Merkel en Kiel (norte de Alemania) durante una reunión de la cúpula de la Unión Cristianodemócrata (CDU) para debatir la hoja de ruta política del partido para 2012.

Agregó que el anuncio del viernes de la agencia de calificación de riesgo no ha supuesto una sorpresa.

"Hemos tomado nota de esta decisión", señaló Merkel, aunque agregó que S&P es sólo "una de tres agencias de calificación" de riesgo.

Los países de la eurozona tienen un largo camino por delante hasta recuperar la confianza de los inversores, subrayó la canciller, y agregó que de lo que se trata ahora es de no volver a suavizar el pacto fiscal previsto y de resolver los obstáculos que frenan el crecimiento.

"Creo que se va a hacer aún más patente que necesitamos con urgencia un MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad permanente) con un capital garantizado", que lo convierte en "independiente a valoraciones de este tipo", agregó.

Al mismo tiempo, señaló que no espera costes más elevados para la financiación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y dijo no ver "necesidad alguna de cambiar nada ahora" en este fondo provisional.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, el liberal Guido Westerwelle, exigió en Bonn una mayor independencia respecto a las decisiones de las agencias de calificación.

"Necesitamos con urgencia una mayor competencia y agencias de calificación europeas e independientes para que no se hagan visibles intereses políticos o económicos a costa del euro y de Europa", declaró.

Al mismo tiempo se mostró convencido de que "los desarrollos positivos en los mercados de capitales en esta semana demuestran que las decisiones y las medidas tomadas para superar la crisis de la deuda comienzan a surtir efecto".

"Pero tan pronto como hay buenas noticias en la zona euro y con ellas algo de relajación, ya se avecina artificialmente la próxima tensión", criticó al referirse a la decisión de la agencia estadounidense.

En tanto, el experto en finanzas Frank Schäffler, también del Partido Liberal Alemán (FDP), expresó su temor a consecuencias directas para Berlín tras la decisión de S&P.

Sólo la rebaja de la calificación de la deuda de Francia y Austria implica que "Alemania ya no contribuye con alrededor de un 40 por ciento, sino con casi un 75 por ciento a la triple A del fondo de rescate europeo FEEF", precisó al portal "Handelsblatt Online".

El marco de garantía germano de 211.000 millones de euros no será suficiente para alcanzar el volumen de ayuda previsto inicialmente, lo que "a largo plazo afectará también a la calificación alemana", advirtió Schäffler.

Mientras, los socialdemócratas alemanes exigieron al gobierno "dar marcha atrás" en sus planes de rebaja fiscal en vista de las nuevas degradaciones de la nota de las deudas soberanas en la eurozona.

"La degradación es una advertencia para Alemania, imposible de ignorar", declaró el secretario de organización del grupo parlamentario del SPD, Thomas Oppermann.

Subrayó que "supone la amenaza de una presión adicional para Alemania en el marco de los paraguas de rescate europeos" y agregó que "la creciente nueva deuda en 2012 es un error grave".