La Guardia Civil detuvo ayer en la Pobla de Vallbona a dos sindicalistas y les tomó declaración por la presunta comisión de delitos de daños y pertenencia a banda organizada. El arresto se produjo por orden del juzgado de instrucción número 1 de Llíria tras la presentación de denuncias por parte de responsables de empresas que aseguran que la madrugada del 29 de marzo, jornada de huelga general, estas dos personas sellaron con silicona cerraduras y que han sido identificados por cámaras de seguridad.

Los arrestados, que quedaron en libertad por la tarde, son sindicalistas de Comisiones Obreras. Uno pertenece al comité de empresa de Fomynalla, en Bétera. La otra es una trabajadora del 112 de L'Eliana. La formación política Compromís, que hizo públicas las detenciones, asegura que la noche anterior al día huelga los dos detenidos se dedicaron a repartir publicidad y pegar carteles en la comarca del Camp de Túria "igual que hacen los partidos políticos cuando vienen elecciones".

Compromís denunció que después de la jornada de huelga "la persecución del Gobierno del PP a los sindicatos continúa". "No tienen bastante con desprestigiarlos y difundir una mala imagen sobre ellos. Ahora utilizan a las fuerzas de seguridad para asediarlos", señalaron desde la coalición.

Represión franquista

El diputado en el Congreso de Compromís, Joan Baldoví, pedirá explicaciones al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por las detenciones. "Parece que hemos retrocedido a los años de la represión franquista, donde el simple hecho de pensar y actuar diferente era motivo de detención", afirma la formación política en un comunicado. "Ahora, por colgar unos carteles y colocar unas pegatinas, ya se les considera banda organizada asociada para delinquir".