El premio Nobel de Economía Paul Krugman ha asegurado que "debe ser Fráncfort y no Madrid" quien intervenga para solucionar la crisis por la que atraviesa la zona euro, en referencia al papel que juega el Banco Central Europeo (BCE) en esta situación, y dar así una oportunidad a España para que pueda adaptarse y ajustarse.

En la presentación de su nuevo libro '¡Acabad ya con esta crisis!' celebrada en la Fundación Rafael del Pino, Krugman insistió en la importancia de ayudar a los países que están bajo presión de los mercados, como España e Italia, para que sus costes de endeudamiento no sean tan extremos, cuando además ambos países están adoptando políticas fiscales "bastantes razonables".

Por ello, reclamó el apoyo del BCE mediante la compra de bonos de los países con problemas, ya que es la institución presidida por Mario Draghi quien tiene los recursos, y pidió a Alemania que suba los salarios y permita una mayor inflación para que puedan hacerse los ajustes necesarios.

El premio Nobel advirtió de que si no se hace nada y se incide en la austeridad, el euro podría desaparecer y producirse una "catástrofe", por lo que instó a que se continúe en la línea iniciada en la última cumbre europea, donde posiblemente se ha evitado "la peor crisis del mundo", y se adopten medidas "positivas" para evitar un final de la crisis de la eurozona que nadie quiere.

En su opinión, Europa necesita lo mismo que está aplicando Estados Unidos, una política más expansionista en la que la política monetaria "tiene que cargar con más peso". Sin embargo, incidió en que esto lo tiene que hacer un país como Alemania, pero no España o Italia, que no pueden en su situación actual.

PROBLEMAS DE ESPAÑA, "GRAVES, PERO RESOLUBLES".

Por otro lado, Krugman reconoció que España está en una situación "grave, pero resoluble", en la que el Gobierno se enfrenta a una presión fiscal enorme, pero incidió en que el principal problema de la economía española es su falta de competitividad.

"Se suele meter bajo la alfombra, no se quiere hablar de este problema cuando es el problema esencial subyacente, la razón por la que la crisis del euro es tan difícil de resolver", señaló el prestigioso economista.

Asimismo, recalcó que España tienen problemas estructurales, aunque la situación no es la misma que hace diez años, que se ven agravados por los problemas tender una moneda única, sin un gobierno único, lo que "empeora las cosas".

En este sentido, incidió en que la solución para los problemas de España no es una "austeridad severa", ya que lo único que haría sería alargar la depresión, pero tampoco sería válido un paquete de estímulo fiscal al estilo de Keynes. En su opinión, España no debe aplicar más austeridad si no cumple los objetivos de déficit.

RESCATE A LA BANCA

Respecto al rescate de la banca española, considera que lo acordado la semana pasada en Bruselas es "una solución razonable" a los problemas a corto plazo de la banca española, aunque matizó que esto no ha sido "fácil de interpretar".

A este respecto, recordó el impacto negativo que tuvo en los mercados el anuncio inicial de la ayuda financiera a España para recapitalizar su sistema bancario, una decisión difícil que además empeoró las perspectivas, y añadió que esto ha demostrado que debe ser la eurozona y no los gobiernos nacionales quienes deben rescatar a la banca.