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El recrudecimiento de la crisis financiera, que ha tenido su punto de implosión en la debacle de Bankia y la consiguiente petición de rescate bancario que ha acabado por llevar a la economía española a la intervención por parte de Europa ha instalado el miedo en los grandes ahorradores españoles -y valencianos-, que han redoblado la fuga legal de depósitos a países europeos que consideran seguros, como es el caso de Luxemburgo y Suiza, según fuentes del sector consultadas por este diario. Los datos son elocuentes: en el último año, los depósitos de familias y empresas han pasado de 1,42 a 1,33 billones de euros, según datos del Banco de España. Es decir, cerca de 100.000 millones han salido de los bancos y no parece, dadas las circunstancias, que sus propietarios se los hayan gastado.

Las fuentes consultadas aseguran que las gestoras de patrimonio, incluidas algunas valencianas, están diversificando sus negocios en vista de la caída de actividad que también están padeciendo y entre los servicios que ofrecen a sus clientes actuales o potenciales se encuentra el de tramitar la apertura de una cuenta en un banco de otro país. La operación es absolutamente legal, previa comunicación al Ministerio de Economía. Cuando se hace la transferencia, la entidad financiera debe comunicarla al Banco de España, siempre que se superen los 5.000 euros, una circunstancia que se da en todos los casos, no en vano quienes sacan su dinero de España son personas que disponen de él en cantidades significativas. Las citadas fuentes aseguran que este servicio formaba parte de la cartera de las gestoras de patrimonio desde hace tiempo, pero la contratación del mismo ha ido aumentando conforme la crisis se hacía más profunda.

Y es que los grandes ahorradores españoles -y valencianos- temen que la situación derive en una crisis financiera mayor, que el país viva un "corralito" o que el euro salte por los aires y han decidido poner su dinero -o una parte importante del mismo- a buen recaudo en países considerados muy seguros, "que nunca van a caer", en especial Suiza, que se encuentra fuera de la zona euro.

Crece un 17 % la deuda con el BCE

La deuda de la banca española con el Banco Central Europeo (BCE) aumentó en junio un 17,1 %, al acumular 337.206 millones de euros, frente a los 287.813 millones registrados un mes antes, lo que supone un nuevo récord histórico. Según los últimos datos publicados ayer por el Banco de España, en total, en el sexto mes del año, las entidades españolas habían registrado peticiones de financiación al Banco Central Europeo por valor de 364.997 millones, también un nuevo récord, un 12,43 % más que en mayo.

Estos datos ponen de manifiesto que la dependencia de las entidades españolas ante el Banco Central Europeo ha vuelto a repuntar al mismo tiempo que Europa ha puesto a disposición de España una ayuda de hasta 100.000 millones de euros para sanear su banca.

Según los mismos datos publicados ayer por el Banco de España, las peticiones de liquidez al BCE del total de las entidades europeas alcanzaron 1,2 billones de euros en junio, una cifra ligeramente inferior a los 1,1 billones de mayo. En cuanto a las entidades españolas, de los 364.997 millones que habían solicitado en junio, dejaron en depósito en el BCE 27.792 millones. Así, la posición neta de la banca española -la diferencia entre las peticiones de fondos y los que se dejan depositados en el BCE- se sitúa en 337.206 millones netos, que es la deuda que mantienen con el organismo.

Por su parte, el conjunto del sistema financiero europeo debía 437.789 millones al BCE en junio.