El Banco de Valencia ha elevado sus activos deteriorados €como consecuencia de su disparatada inversión crediticia en el ámbito inmobiliario€ hasta los 3.354 millones de euros durante el primer semestre de 2012, lo que supone un incremento del 15,9 % respecto al cierre del ejercicio de 2011. La entidad financiera intervenida por el Banco de España el pasado mes de noviembre, ahora gestionada por el administrador del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y a la sazón director general de Banco de Valencia, José Antonio Iturriaga, refleja en sus estados financieros del primer semestre de 2012 que un 60 % de estas inversiones crediticias cuentan con garantías hipotecarias.

Aunque el banco que presidió José Luis Olivas ha reducido su exposición a la actividad del ladrillo en 500 millones de euros en seis meses, las cuentas de la entidad con sede en Pintor Sorolla arrojan unos «números rojos» de 251 millones y una pérdida de 1.200 millones en depósitos de clientes durante el último año. Además, según reflejan estos financieros anunciados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el banco que llegó a controlar Bancaja anota unos activos fallidos (por considerarse remota su recuperación) de 645 millones de euros hasta junio de 2012, frente a los 100,2 millones anotados un año antes.

Exposición al ladrillo

La financiación concedida por el Banco de Valencia y sus filiales a los sectores de promoción inmobiliaria y construcción se eleva a 4.845 millones de euros en créditos, de los que 2.154 son dudosos, 1.155 subestándar (aunque no sean morosos, se teme que no vayan a pagarse) y 161,8 millones, corresponden a préstamos fallidos. Además, la entidad incluye 1.039 millones en activos adquiridos, adjudicados y recibidos en pago de deudas de sus clientes.

A pesar de las pérdidas y de la fuga de depósitos, la Asociación Pro Banco de Valencia €que aglutina los intereses de pequeños ahorradores de la entidad y que preside el empresario Vicente Simó€ destaca que el negocio recurrente y exclusivamente bancario de la entidad generó unos beneficios de 94 millones de euros durante el primer semestre. Esta agrupación de accionistas también resalta en su análisis que el Banco de Valencia alcanza un nivel de solvencia del 8,35 %, superando los niveles requeridos para el sector. Y añade que estos hechos relevantes anunciados a la CNMV «suponen un signo de tranquilidad y confianza hacia los clientes y accionistas».

Iturriaga gana 169.000 euros en 6 meses

Las remuneraciones repartidas a la alta dirección del banco «a una sola persona« €matiza la nota explicativa de los estados financieros de la entidad€ se elevan a 169.000 euros durante el primer semestre de 2012. Esta cantidad corresponde por tanto al actual director general, José Antonio Iturriaga. Como se recordará, el Gobierno limitó a principios de año las retribuciones a los administradores de los bancos intervenidos. La alta dirección cobrará un máximo de 300.000 euros anuales, una cantidad que en el caso de los consejeros se reducirá hasta 50.000 euros.

El Banco de Valencia repartió 1,58 millones de euros durante el primer semestre de 2011, entonces gobernado por José Luis Olivas y con Domingo Parra como consejero delegado, así como por otros vocales en el máximo órgano de dirección del banco. Por otro lado, los compromisos de pensiones con los miembros de la alta dirección ascienden a 134.000 euros. Con todo, el banco no adquiere compromisos de pago de indemnizaciones a estos administradores. La firma concluyó el primer semestre con una plantilla de 1.236 personas, frente a las 1.282 de junio de 2011.